A sus muy intensos 26 años de pura vida, Tatiana Fernández Bernal está en plenitud. Plenitud para jugar al fútbol. Para hacer fotografías. Para estudiar. Para dar clases. Para comandar un programa de radio y otro de televisión. Para formar parte de un grupo de música folclórica Recordanza, de su localidad natal. Para establecer y liderar una larga conversación. Para ser ella misma, sonriente, inquieta, atenta, detallista.

Todo ello se condensa en la proverbial personalidad de la guardameta de Femenino Cáceres, que tiene otra seña de identidad fácilmente deducible: el amor por su tierra, Extremadura, y en especial por su pueblo, Monroy, en el que vive con sus padres. «El otro día me decía una compañera, María Polvillo, que admiraba de mí cómo valoro lo mío», apunta la jugadora, la más antigua del club de la Liga Reto Iberdrola (lleva desde el inicio en la entidad, esto es, hace 12 años más) y la más destacada en los últimos partidos, con una actuación sobresaliente en el campo del Femerguín canario.

«Bueno, hace un tiempo recuerdo otro partido así, pero lo importante es haber puntuado», dice restándose importancia. El objetivo para esta temporada es estar en la zona media-alta, como ella, siempre valiente, pronosticó al inicio de temporada. «Estamos séptimas, pero podemos estar más arriba; ahora que nos conocemos más vamos a mejorar los resultados», vuelve a incidir.

El día de esta futbolista tiene pocas horas, pero ella intenta llegar a todo, estirándose como si fuera ir a por los balones que se encaminan a la escuadra de su portería. «Hace tres años tuve alguna duda porque me iba a ir a Sevilla a estudiar, pero al final no pudo ser». Esta maestra de educación infantil piensa que todo ha cambiado, que en la segunda categoría del fútbol nacional femenino han cambiado cosas. «Tenemos que ir dando pasos cortos, pero seguros», dice sobre posibles comparaciones con el deporte en el otro género.

«Lo que tengo claro ahora es que esto no lo quiero dejar», proclama. El fútbol lo compatibiliza con un programa en Radio Marca Cáceres, otro en el canal de Youtube de su clubs o sus clases en su Monroy natal a niños, entre ellos a un primo, José Carlos, que le motiva extraordinariamente. También suele hacer fotos de valor periodístico en los partidos del Nissan Al-Qázeres, club con el que también hay una buena conexión. También alaba a la pívot Paula Ginzo y la entrevista «valiente» que protagonizó en este periódico hablando de igualdad y femeninismo y su particular punto de vista.En el futuro quiere, además, estudiar una carrera, Filología Hispánica, como herencia de la huella que le dejó José Manuel Fuentes, un antiguo profesor suyo al que adoraba.

«Tengo que aprender más del fútbol extremeño, conocerlo en profundidad», afirma sobre lo que le queda por profundizar. «Sí, tengo que saber más». Sí tiene conocimientos e incluso algún viejo conocido de instituto, como Teto (Cacereño), al que ensalza sus condiciones. «Es impresionante», manifiesta sobre el extremo batanero.

Así es Tatiana Fernández, torrente de personalidad. Mucho más que una portera a un club que «me enorgullece» porque, dice, «somos una piña».