Houssame Benabbou ha conseguido en el Maratón de Valencia la marca mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El extremeño, que ha disputado hoy su primer maratón, ha parado el crono en 2 horas y 10.45 minutos, rebajando en algo más de 37 segundos las exigencias para acudir a las próximas Olimpiadas (2:11.30). Doble campeón de España de media maratón y maratón y recordman regional en esta distancia, Benabbou llevaba varios meses preparando su salto a la distancia larga.

Además del extremeño Benabbou, también han conseguido la mínima para Tokio 2020 Camilo Santiago (2h10.02), Javi Guerra (2h10.19), Ayad Lamdassem (2h10.53) e Iraitz Arrospide (2h11.00).

En el Maratón de Valencia, que este año cumple su edición número 39, se ha impuesto el etíope Kinde Atanaw Alayew, debutante también en la distancia, con un tiempo de 2h03:53 horas, que ha supuesto rebajar el récord de la prueba valenciana, que era de 2h04:31. En la categoría femenina la victoria también ha tenido color etíope, ya que el triunfo ha sido para Roza Dereje, batiendo el récord de la prueba con un tiempo oficioso de 2h18:30 horas. Dereje se impuso en un apretado final a su compatriota Azmera Abreha, con quien mantuvo un intenso pulso en los dos últimos kilómetros, y el podio lo completó la también etíope Birhane Dibaba.

Récord del mundo en 10k

El ugandés Joshua Cheptegei ha batido el récord del mundo de 10K en Valencia, una carrera que se celebra de forma paralela al Maratón de Valencia Trinidad Alfonso-EDP, con un tiempo oficioso de 26:38 minutos.

El corredor africano, que es el actual campeón del mundo de campo a través y de los 10.000 metros en pista, hizo una carrera espectacular en la que fulminó la plusmarca mundial que desde el año 2010 tenía el keniano Leonard Patrick Komon con 26:44 minutos marcados en la 10K de Utrech.

Cheptegei, que llegó a Valencia con el objetivo de lograr el récord mundial de la distancia, se encontró con unas condiciones meteorológicas idóneas para ello e incluso en el primer kilómetro se puso por delante de sus "liebres" para indicarles que quería que impusieran un ritmo mayor.