Los puños al césped, las lágrimas de impotencia, los gritos al viento y una rabia desatada eran la viva imagen de Gio Zarfino el pasado fin de semana al término del partido ante Las Palmas. No puede haber ni un sólo aficionado del Extremadura que no se identifique con este futbolista. Zarfino no es un jugador cualquiera. Ya es uno de los capitanes, peso fuerte en el vestuario y además de todo eso, desde la presente semana lleva también la bandera española junto a la suya de Uruguay en el pasaporte.

El centrocampista de Montevideo ha adquirido la doble nacionalidad tras jurar la española y arreglarse esos papeles que lleva meses esperando. Es una gran noticia para el Extremadura, que desocupa una plaza de extranjero y le abre a Zarfino multitud de opciones para el futuro.

Pero no sólo en lo deportivo piensa el charrúa, siempre más humano que futbolista: «me siento muy bien en España. Decidí por eso con mi familia adquirir la nacionalidad. Uno se plantea vivir acá más allá del fútbol y también pienso mucho en el futuro de mi hija», confesaba ayer.

Zarfino no rehuye de sus orígenes. Para nada. Su corazón y su alma son uruguayas, pero está eternamente agradecido a la ciudad de Almendralejo. «Acá se vivé muy bien. Tenéis una calidad de vida enorme. Sóis gente amable, sencilla, que da gusta hablar. Me encanta vivir aquí».

Y es que Zarfino ha sido el tradicional jugador del Extremadura que se ha abierto de par en par a la sociedad almendralejense. Tiene grandes amigos fuera del fútbol, su mujer está integrada en múltiples colectivos y está más que integrado en el pueblo. Para el charrúa, sentir todo esto es vital para entender al Extremadura: «Si aquí te complementas con la gente, es increíble lo que te da esta afición en el día a día. Esto es lo que más he disfrutado yo desde que vine a Almendralejo», confiesa Zarfino que se deja ver en muchas ocasiones con sus padres, sobrinos o hermana que han venido a visitarle.

Fuera de lo emocional, Zarfino no piensa más allá. Sabe que su nombre ha salido en varios equipos, pero «con todo el respeto, no voy a hablar más allá del Extremadura y del partido que tenemos este viernes en Albacete. Estoy sólo centrado en ello».

El uruguayo asegura que está convencido de que el equipo va a revertir la situación: «sabemos que tenemos que dar más todos, pero también que tenemos un entrenador que no lo encuentras en cualquier sitio», en clara alabanza a Manuel.

No hay almendralejenses en esta plantilla, pero no hacen falta cuando dentro de ella hay gente como este uruguayo enamorado de esta tierra.