Volvió el Cáceres Patrimonio de la Humanidad a ganar un partido a base de acierto ofensivo y no de defender fuerte. No ha sido esta su seña de identidad durante la primera vuelta, pero ya lleva dos seguidas así, porque la de Huesca puede meterse en el mismo concepto. El 95-89 del final ante el Marín Ence Peixe Galego sabe igual de bien, pese a esta inesperada transmutación. Llevar 10-9 a estas alturas (la pasada campaña acabó 11-23) es un lujo que alimenta el estímulo de disputar los ‘playoffs’. Y espera otro rival de abajo como el Canoe el próximo viernes.
Salió algo despistado el conjunto de Roberto Blanco, quizás sorprendido por la agresividad de los gallegos (1-7, 9-14). Costó estabilizarse, aunque en realidad no terminó de lograrse del todo nunca. Los verdinegros tuvieron la iniciativa, pero sin continuidad de los minutos explosivos que les permiten a veces romper los partidos a su favor.
Reseñables los tres triples de Ricardo Úriz, con muchas ganas de jugar y de hacer jugar. Su aportación y la de un activísimo Milan Nikolic invirtió la tendencia. Pero ya había algunos problemas para proteger el aro propio (23-21, min. 10), desorientados ante la aparente anarquía del rival.
No se subsanaron en el segundo cuarto, pese a que Blanco alineó a su quinteto más aguerrido, con jugadores como Aitor Zubizarreta, Luis Parejo y Jorge Bilbao que garantizan brega.
El reloj del Cáceres continuaba dando la hora a ratos. De hecho, se pasaba de un 31-28 a un 31-34 y después a un 41.36. El Marín vivía de la inspiración de su últmo fichaje, Sangone Niang, y de los triples que iban anotando el resto de exteriores. Al descanso, un 47-42 que apuntaba a la senda de otros partidos: el de un Cáceres más preocupado por anotar que por evitar que le anotasen.
Era importante el arranque del tercer cuarto para delimitar lo que pudiese pasar, pero la hoja de ruta seguía siendo la misma. Se llegó a una máxima ventaja bastante pronto (51-42, min. 22), que no se consolidó. El Marín enganchó un buen parcial y fue casi como empezar de nuevo (54-53, min. 27).
Se produjo entonces uno de esos momentos que parece que pueden cambiar la dinámica de un partido: un acrobático y lejano triple de Niko Rakocevic sobre la bocina de posesión. Eso y un poco más de intensidad en la otra canasta dio un poco de oxígeno para entrar en los últimos diez minutos con una renta modesta (64-59).
El Marín seguía ‘haciendo la goma’, pese a los terribles problemas para contener la furia en el rebote ofensivo de Bilbao, muy bestia en una jugada en la que sacó un ‘2+1’ con falta antideportiva (76-69). El sino del partido se mantenía porque a continuación los visitantes hacían una jugada de cinco puntos que los acercaba al máximo.
A los tres últimos minutos se llegó así, 82-81, y eso que el Marín perdía efectivos paulatinamente por la acumulación de faltas. Había que jugársela a cara o cruz.
El Marín llegó a empatar (83-83 a 2:10), pero Úriz y Rakocevic no estaban dispuestos a perder ante el colista. Un triple del base y cinco puntos consecutivos del segundo, más dos grandes acciones defensivas de Ferrán Ventura y Bilbao le dieron a la noche el machetazo que se necesitaba.
Aún habría alguna duda, pero el trabajo estaba hecho. Sin embargo, el puesto de 'playoff' todavía tardará en llegar porque ganaron los dos rivales directos por ahora, Ourense y Alicante .
CÁCERES 95 - 89 MARÍN
Marcador por cuartos: 23-21, 47-42 (descansa), 64-59 y 95-89 (final).
Árbitros: Zafra, Pagán y García. Eliminados: Mazaira (min. 33). Doorson (min. 36). Badmus (min. 38) y Noguerol (min. 40).
Pabellón: Ciudad de Cáceres.
Espectadores: 1.600.
Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Ricardo Úriz (13), Niko Rakocevic (18), Ferrán Ventura (7), Jordy Kuiper (10), Arkeem Joseph (6) -cinco inicial- Milan Nikolic (15), Aitor Zubizarreta (0), Sylvester Berg (0), Luis Parejo (8), Jorge Bilbao (18).
Marín Ence Peixe Galego: Shaquille Doorson (11), Taiwon Damus (19), Carlos Noguerol (5), Jacobo Díaz (14) -cinco inicial- Alejandro Mazaira (9), Sangone Niang (12), Juan Orellano (4), Rodrigo Seoane (3), Joel Hernández (0).
