Ya es toda una tradición, un momento que esperan los aficionados del Cáceres Patrimonio de la Humanidad después de cada victoria. Luis Parejo, su capitán, inmortaliza el momento de euforia en el vestuario junto a sus compañeros con un expresivo selfi que parece ser siempre el mismo, pero siempre es diferente. Solo hay que echar un ojo a los doce de esta temporada: doce triunfos que, con la permanencia virtual conseguida ya, permiten soñar con legitimidad con estar en los playoffs.

«Siempre he sido bastante payasete con estas cosas», reconoce el capitán, que el domingo ante el B The Travel Brand Mallorca-Palma celebró de la mejor manera posible su partido número 200 como verdinegro. «Empecé a hacerlo más la temporada del ascenso (2014-15). Empezamos una cuenta atrás con los partidos que quedaban por subir», recuerda. Así se hicieron frecuentes esas fotos de festejo que parecen oler a sudor y euforia.

«Esta temporada ya me decidí a hacerlas desde el principio. Al principio los nuevos del equipo se metían conmigo y me querían fastidiar aludiendo a los pocos partidos que ganamos el año pasado. Yo les dije que la tradición era victoria y selfi. Así ha sido y así será», sostiene entre risas Parejo, especialmente feliz por el éxito de la ocurrencia.

El Cáceres no podrá aspirar al siguiente selfi victorioso hasta dentro de 12 días, en el partido en el Multiusos ante el Breogán, ya que el próximo fin de semana la LEB Oro se para por las ‘ventanas’ de la FIBA.

Tiempo habrá para cuidar del hombro de Aitor Zubizarreta, que recibió un golpe en Palma y no pudo jugar más de diez minutos. Según informó el club ayer, lo tiene dolorido e inflamado y será sometido a más pruebas y al tratamiento correspondiente.