Como si de un sorteo de la Liga de Campeones de fútbol se tratase, en el salón de actos de la residencia del Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres se ha creado una expectación notable. Hay retransmisión en streaming y entrevistas a los representantes de los clubs. Son las 11.00 de un día laborable, pero aquí están presentes delegaciones de ocho equipos. Y sí, no es una competición internacional: es la presentación y posterior sorteo de la Copa de Extremadura de fútbol sala, que por primera vez tiene una fase final con tanta participación en un formato que ha gustado. O, al menos, así se percibe en el escenario.

Se inicia el acto con los detalles que da el Comité de Fútbol Sala de la Federación Extremeña de Fútbol, organizadora del evento con el apoyo de la Junta, que se desarrollará en diferentes pabellones cacereños del 6 al 8 de marzo. Hay urnas de cristal, balones y manos inocentes. En el primer duelo, un clásico como el Integra2 Navalmoral contra la UD La Zarza, un pujante modesto. «Hay que garantizar el espectáculo», dice Jorge, de los del Arañuelo, que comenta el «respeto al rival» que hay que tener. “En la Copa no hay favoritos». Juan Pedro, de los zarceños, recuerda que van a intentar disfrutar, como lo hicieron en octavos venciendo al Almaraz en la prórroga.

Después, AD Casar del incombustible y entusiasta Abel Carretero contra un clásico ya, Grupo López Bolaños. El siguiente emparejamiento es el duelo estrella: Cáceres Uex-Jerez Futsal, con los dos finalistas del pasado año en liza. Los universitarios quieren ganar esta vez ante un oponente, también de Segunda B, que fue anfitrión y campeón en la edición pasada. El último será el Colegio San José de Cáceres-Camino a la Vida (Badajoz). Los representantes regionales se reúnen con los organizadores para ponerse de acuerdo en los horarios, uno especialmente tardío: 22.15 el Cáceres-Jerez.

Esto no es la Champions, es la Copa de fútbol sala extremeña, que también se hace notar ante la sonrisa de agradecidos anfitriones como el director general de Deportes, Dan de Sande, que disfruta, como uno más, de la singular mañana.