Tres meses menos un día. Esa ha sido la condena que han tenido que cumplir Borja García y también el Cacereño, que durante muchos partidos no ha podido contar con uno de sus pulmones en el centro del campo. Pero Borja García Matador (Mérida, 1992) ya está de vuelta. En Olivenza se enfundó la camiseta del CPC para volver a jugar. Solo fueron 15 minutos. «Suficientes, no hay prisa».

«Satisfacción, alegría». Esas fueron sus sensaciones el domingo. Por el camino, «muchos días de querer y no poder», muchos días de dolor, de trabajar para recuperarse. «Soy un loco del fútbol», se define él, que en el 2013, contra el pronóstico de un médico, siguió jugando al fútbol tras sufrir un ictus. Entonces fueron seis meses parado y otros seis en el Atlético Romano, en Preferente, antes de volver al Mérida. Lo más dificil ha sido, confiesa, cuando tuvo que mentalizarse para estar tanto tiempo sin jugar.

Vuelta progresiva

Vuelta progresivaPara recuperarse ha necesitado ahora la mitad de tiempo que la otra vez. Jugó su último partido el 24 de noviembre y hace tres semanas empezó a entrenar. La primera, solo, haciendo carrera continúa; la segunda, aumentando el ritmo y empezando a meterse en el grupo; la tercera ya como uno más. «Ahora tengo que volver a coger la forma, tres meses parado se nota», confiesa.

El problema que le obligó a parar, cuenta, viene de lejos, de una caída que tuvo cuando jugaba en el Jumilla. Y ahora no ha sido fácil dar con él. Se dio un gran golpe en la espalda y ahora se le pinzaba un nervio. «Era un dolor que no podía soportar», explica Borja García, que al final ha encontrado el remedio. Eso está superado ahora y aunque aún queda «algún resquicio, algún miedo a la recaída», está con ganas de volver a ser el futbolista determinante que era hace tres meses. «La lesión me llegó cuando mejor me encontraba físicamente», reconoce el ‘14’ del Cacereño, autor este curso de 5 goles, con un doblete incluido al Miajadas.

Desde la grada, mientras lo pasaba mal por no poder jugar, dice que ha visto a un gran Cacereño, «un equipo que está demostrando que salga quien salga lo va a hacer muy bien». Habla claro y reconoce que ante el Villanovense quizás les faltó intensidad, pero que queda aún mucha liga. «Las rectas finales son muy difíciles», avisa, «nadie va a poder relajarse». Y del Coria, líder del grupo, asegura que le recuerda al Don Benito de dos temporadas atrás, «cuando sin hacer demasiado ruido» acabó ascendiendo a Segunda División B.

El domingo el Extremadura B visita el Príncipe Felipe y Borja García volverá a estar a disposición de Julio Cobos. «En la primera vuelta nos pusieron en apuros [1-1], son un equipo con un gran físico», rememora, «tenemos que estar concienciados y competir al cien por cien. Si no es así, nos van a pasar por encima».