Muchas miradas estarán posadas mañana sobre Ricardo Úriz en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad-Leche Río Breogán (21.00, Multiusos). El base navarro subió hace dos temporadas a la Liga Endesa con el club de Lugo, donde es muy querido. «Es un partido bonito para mí, pero no deja de ser uno más», afirma. Sus propia mirada está más en el presente que en el pasado y de hecho conmina a sus compañeros a «seguir la misma línea que hasta ahora» y «salir duros» frente al que es uno de los mejores equipos de la LEB Oro, aunque por ahora esté por debajo de las expectativas con su sexta posición.

Úriz, que el 30 de junio cumplirá 40 años, se resiste a anunciar oficialmente su retirada a final de temporada, aunque hizo un amago de hacerlo a través de su cuenta de Twitter hace unos meses y empieza a ser vox populi. «Quedan doce jornadas. Sea ante Breogán o cualquier otro, voy a intentar disfrutar cada segundo que esté en la pista. Mi meta es ayudar al equipo a lograr sus objetivos», comenta.

Según cuenta, está en disposición de afrontar la exigente cita de mañana. No jugó por precaución en el choque amistoso del pasado jueves ante el Betis: «Eran unas molestias y lo decidimos por precaución. No era la ocasión. Estamos trabajando para estar en las mejores condiciones para el partido».

No se atreve a decir si el parón liguero ha sido bueno para su equipo, que venía de ganar a dos ‘grandes’ de la competición como Melilla y Palma. «Lo sabremos el viernes», responde lacónicamente. «Breogán es otro ‘coco’ de la categoría. Esperemos que estemos todo lo mejor posible para encarar otro partido en casa ante nuestra gente. Queremos seguir compitiendo», añade.

BASES RIVALES / Respecto a la pelea por entrar en los playoffs, por ahora prefiere hablar de asegurar la permanencia, «nuestro objetivo». «Cuando la consigamos, seguiremos soñando. Queremos seguir en esta línea», explica.

Al Breogán lo definió como «un equipo muy agresivo, con mucho fondo de armario. Queremos llevar el partido a nuestro ritmo, quizás no a tanta anotación como les gusta a ellos, y controlar el rebote. Y, al final, tener ese acierto que te hace ganar o perder». En la posición de base volverá a verse las caras con Christian Díaz, su compañero las dos últimas campañas. «Es muy completo, capaz de cambiar el ritmo del partido, con mucho talento. Habrá que estar muy concentrados con él porque en un momento dulce es complicado pararle», analiza. También le preocupa el otro director de juego, Mo Soluade, «más físico, más director de juego y que también está teniendo buenos porcentajes desde la línea de tres. Pero Breogán es más que esos dos jugadores, sino toda una gran plantilla».