Aire revuelto el que se respira en Polonia ante la llegada ya confirmada del virus Covid-19, por todos conocido como coronavirus. Voy a tratar de explicarlo todo desde mi perspectiva de deportista extremeño.

En una primera etapa, cuando parecía que esto del virus iba a ser cosa restringida al continente asiático, se trataba el tema, al igual que la mayoría de los países, con cierto escepticismo e incluso sorna.

Es ahora, cuando la pandemia se ha extendido mundialmente, que la gente está empezando a tomar conciencia de a qué nos enfrentamos realmente. Y he de decir que los polacos han reaccionado bastante rápido. No ha sido fácil sin embargo para la mayoría de los grupos de extranjeros en el país. Viendo lo que pasaba en Italia y, últimamente, en España, los polacos no han tenido ninguna duda de quiénes son los causantes de que el desembarco también se haya producido en el país de Chopin. Se ha llegado incluso, directamente, a señalar a España de haber sido el paciente 0 en Polonia. Una historia populista de fácil venta que se ha propagado como la pólvora.

Desde que llegué a Polonia, hace cuatro años, es cierto que el ciudadano polaco ha ido virando cada vez más hacia la tolerancia y la adaptación a otras nacionalidades en su territorio. La vida aquí es fácil, aunque siempre te encuentras algún “tontelas” que no ha aprendido de la historia.

Pero ahora es diferente. Sin llegar a sentir un comportamiento racista, sí que se notaba un cierto ambiente tenso al cruzarte con gente en alguna calle concurrida o esperar en la cola del supermercado, igual que les pasó a los ciudadanos chinos al principio.

Contrastes

Hay contrastes. En algunas de las empresas, muchos de los trabajadores españoles, en cuanto dieron algún mínimo signo de poder haber contraído el virus (toser un par de veces o estornudar en la oficina) se les ha mandado a casa hasta nuevo aviso sin pestañear. Incluso aunque no hubieran tenido contacto con otros españoles o italianos. Sé lo que digo porque yo he sido uno de ellos. Sin embargo, en otras empresas, como la de mi mujer, con un caso ya confirmado de Coronavirus, se ha mantenido a los trabajadores en la oficina hasta el último momento e incluso en algunos departamentos se les obliga a volver.

Afortunadamente, ambos de nosotros, tenemos la posibilidad de trabajar remotamente (Home Office) y podemos desarrollar nuestras actividades prácticamente al 100% desde casa, algo que es de agradecer a nuestros managers (que, en el caso de mi mujer, se han opuesto a la directriz central, desde Suiza), que sí han luchado porque sus trabajadores estén seguros.

Hoy incluso, me han confirmado que puedo comunicar a mis trabajadores (actualmente soy manager de uno de los equipos de trabajo) que no estén preocupados, ya que, en caso de ampliación en el tiempo de trabajo desde casa, se dará luz verde a todos para que continúen en sus domicilios. A ella, en cambio, sólo se le ha asegurado trabajar durante esta semana con posibilidad de ampliación, solamente en el caso de cumplir alguno de los requisitos de necesidad (estar enfermo, ser padre/madre, tener un familiar de alto riesgo...).

Varsovia, con el mayor número de personas infectadas hasta la fecha (30 a 16/03), ha sido la que mayores medidas de seguridad ha experimentado. El pasado fin de semana, el centro de la capital parecía una escena de película apocalíptica.

Sin fronteras

El pasado viernes, el ministro polaco de Interior decretó el cierre de las fronteras con el resto de Europa, y desde entonces, nadie entra aquí. El jueves llamaron al encierro en las casas y la gente lo ha respetado de una manera admirable. Con el movimiento de #Zosta?WDomu (quédate en casa) la gente tomó gran conciencia de que, si no querían vivir lo mismo que los mediterráneos, debían hacer caso a los consejos de las autoridades. Pese a que el número sigue creciendo día tras día, el repunte está siendo muy lento y los hospitales todavía no han colapsado.

Son días en los que echas de menos a la familia. Mucho más estando tan lejos. La peor sensación de todas es la incertidumbre y la angustia de saber cuál es la situación en España, teniendo familiares mayores o con algún problema de salud, a los que no puedes cuidar, atender o simplemente dar un abrazo.

En ningún momento se nos ha pasado por la cabeza volver, ya que desde el principio tuvimos claro que no íbamos a dejar los trabajos y debíamos seguir las recomendaciones del gobierno.

Desde el jueves, que fui al médico por un catarro (mi mujer estuvo toda la semana enferma con el mismo constipado), no hemos dejado el domicilio nada más que para ir a la compra (creo que incluso hasta hemos batido el récord del mundo de cómo hacer la compra rápido, jajaja) e ir a su oficina a recoger el portátil que le permitirá trabajar desde casa.

En cuanto a los deportes: TODO CANCELADO.

Desde las categorías profesionales hasta las inferiores, todo está parado. Entrenamientos, partidos, todo. Al principio hicieron amago de jugar sin público, pero muchos de los extranjeros hicimos fuerza para parar la actividad; la salud de las personas siempre debe ser lo primero.

Sé de muchos jugadores que ‘se han escapado’ a España dada la circunstancia de que no habría entrenos ni partidos, para poder estar con sus familias, aprovechando los últimos vuelos que salieron el pasado fin de semana. No sé hasta qué punto, dependiendo de los decretos de cada país, les permitirá eso volver después a tiempo en caso de que las competiciones se reanuden próximamente.

Vídeos

Mientras tanto, las redes están inundadas de vídeos virales de jugadores que entrenamos en casa, usando la imaginación y la ayuda desinteresada de profesionales de la preparación física, que nos hacen la vida más fácil. Hay equipos que están entrenando ‘extraoficialmente’, aunque el Gobierno y la Federación Polaca (PZPN), lo han prohibido tajantemente.

A nosotros, el AZS UW Wilanów, el parón nos ha cogido inmersos en la lucha por el ascenso a Ekstraklasa (1ª División) y en el mejor momento de la 2º vuelta, a punto de jugar el partido menos que teníamos para ponernos líderes en solitario (actualmente somos colíderes con igual número de puntos). No sabemos qué pasará. Sé de primera mano que la idea es continuar con la liga cuando todo pase, pero mi sensación es que esta temporada ya no se jugará más. Veremos qué pasa. Si el criterio se basa en el coeficiente de puntos, ya que no todos los equipos hemos jugado los mismos partidos, seremos campeones. Ojalá cuando todo esto pase, al menos comiencen a llegar las primeras buenas noticias desde el principio.