El Mundial de MotoGP y el resto de categorías, que arrancaron momentáneamente en Qatar, el pasado 8 de marzo, con las carreras de Moto3, ganada por el español Albert Arenas (KTM) y Moto2, con victorias del japonés Tetsuya Nagashima (Kalex), ha vuelto a reemprenderse con lo que será una doble sesión en dos domingos seguidos en los que se celebrarán, en el formato habitual, el Gran Premio de España y, posteriormente, el domingo 26 de julio, el Gran Premio de Andalucía.

Los pilotos, que llevan ya un par de días encerrados en el paddock del circuito andaluz sin apenas comunicarse entre ellos (los equipos tienen prohibido mezclarse, han de actuar como si fuesen familias normales y mantenerse confinados en su mundo: boxe, oficinas y hotel), han gozado hoy de una doble sesión de aclimatación a la pista y a sus motos, que no pilotaban, como poco, desde aquellos inicios del mes de marzo.

YAMAHA ACOSA A MÁRQUEZ

En esa toma de contacto, antesala a los auténticos entrenamientos oficiles del próximo viernes, el mejor tiempo lo ha conseguido, finalmente, el catalán Maverick Viñales (Yamaha, 1.17.793 minutos), mejorando el crono de Marc Márquez (3, Honda, 1.37.941). Ambos tiempos, así como el del francés Fabio Quartararo (2, Yamaha, 1.37.911) rebajan la vuelta rápida en carrera, del pasado año, de Márquez (1.38.051), pero aún están lejos del récord implantado por el Diablo en ese GP, de 1.36.880 minutos.

Solo al final de cada sesión (hay que tener en cuenta que, en teoría, se trataba solo de un test para volver a tomar contacto con las motos y el asfalto), los pilotos han tratado de mejorar sus cronos y, montando, en muchos casos, neumáticos de quali, han intentado tener las mejores sensaciones posibles de cara a la calificación del mediodía del sábado, donde el sol y el calor, como es habitual en Jerez, parecen garantizados.

Una vez concluidas las dos sesiones se ha demostrado, evidentemente, que todos ellos han vuelto en un estado de forma, pese al duro confinamiento, impresionante. Cierto que solo esos tres magníficos han logrado bajar del 1.38 minutos, pues el resto (Àlex Rins, Valentino Rossi, Àleix Espargaró estupendo con su nueva Aprilia!, Cal Crtuchlow, Jack Miller y Joan Mir) se han quedado, como poco, a medio segundo de ese trío de favoritos. De los grandes, el subcampeón Andrea Dovizioso (Ducati), que hace quince días se rompía la clavícula izquierda y era operado de urgencia, ha sido el más discreto, como es normal, con una 15 plaza, a casi un segundo de Viñales.

LA FORTALEZA DE MÁRQUEZ

Márquez ha vuelto a mostrarse muy competitivo acabando con dos temores que podían albergar sus millones de fans. Uno, que aquel raro entrenamiento de Qatar, en marzo, fuese, eso, un espejismo consecuencia de no haberse recuperado aún (ahora sí lo está, es más, está fuertísimo) de su delicadísima operación, en diciembre pasado, en su hombro derecho y/o a que Honda hubiese errado en el diseño de su nueva RC213V, la misma con la que correrán en el 2021. Lo que es evidente es que la pandemia le ha servido para regresar totalmente curado de su hombro derecho y estar muy fuerte.

El ocho veces campeón del mundo ya dijo, una vez pasadas varias semanas de aquel test final de Qatar, que estaba convencido de que el error fue estar tan pendiente de mi estado físico pues, en la última sesión, ya pudimos demostrar que la Honda estaba bien y era, sí, mejor que la del pasado año. Hoy, en las dos sesiones celebradas en Jerez, Márquez ha demostrado que tiene una buena moto para intentar conseguir su noveno título e igualar en el palmarés al mítico Valentino Rossi.

Es evidente que, desde hace ya un año, la que será la próxima pareja de pilotos oficiales de Yamaha, Viñales-Quartararo, andan persiguiendo e inquietando a Márquez, que, llegada la competición, las auténticas carreras, siempre acaba llevándose el gato al agua. Pese a todo, de nuevo MVK y el Diablo han enseñado las uñas y mostrado, no solo su gran pilotaje y su adaptación a la nueva M1, sino lo mucho que ha progreado Yamaha en los últimos meses.