Disgusto en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que pierde a uno de sus jugadores titulares: Sandi Marcius. El pívot croata, que inició el pasado verano su segunda etapa como verdinegro, ha hecho uso de su cláusula de rescisión que le permite romper su contrato unilateralmente. Todo hace indicar que hay una oferta de otro equipo, italiano en concreto, que le ha animado a buscar otro rumbo.

Lo peor para el conjunto que entrena Roberto Blanco es que no podrá disponer de él ni del sustituto que ya se está buscando en ninguno de los dos partidos aplazados que se disputarán en breve: el del sábado en Burgos ante el Tizona y el del 2 de febrero contra el Melilla en el Multiusos. A esas citas, como le ocurrió recientemente al Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura ante el Girona, solo estarán disponibles los jugadores que en la fecha en la que se tenían que haber disputado se encontraban inscritos. Y son dos encuentros decisivos para que el Cáceres recargue sus opciones en la lucha por entrar entre los cinco primeros del subgrupo A y pueda disputar la segunda fase con los mejores de la LEB Oro.

ENFADO VERDINEGRO / Todo fue muy rápido y un punto inesperado. En el club no salían de su asombro cuando Marcius comunicó que se iba tras abonar la cantidad que viene recogida en su contrato, que equivale aproximadamente a poco más de una mensualidad, unos 3.000 euros.

Del asombro se pasó al enfado con un argumento: hace unos meses Marcius se encontraba sin equipo y llevaba dos años prácticamente sin jugar por problemas en una rodilla. En toda la campaña pasada solo jugó dos partidos con el Tau Castelló antes de ser cortado, mientras que en la anterior, la 2018-19, ejerció el papel de quinto pívot en el Betis.

El Cáceres, un equipo en el que ya estuvo en la 2016-17, le acogió en su seno y le prestó la ayuda de su cuerpo médico, al tiempo que le ponía a prueba para evaluar su contratación. Y, pese a que tuvo na microrrotura en el tríceps durante la pretemporada y apenas pudo disputar minutos en un amistoso en Palencia, se apostó abiertamente por ficharle ya que se consideró estaba repuesto de sus dolencias. Y así efectivamente ha sido, resultando su rendimiento por lo general positivo: 10,4 puntos y 5,8 rebotes en 23 minutos en pista con un alto acierto en los tiros de dos puntos (63,8%). Es cierto que en ocasiones tenía problemas a nivel defensivo y sus dos últimas actuaciones frente a Ourense y Palencia no resultaron brillantes, pero en general existía en una alta satisfacción con la apuesta realizada.

Siempre con el reconocimiento de que su decisión de irse ha sido perfectamente ajustada a su contrato, no se ha entendido que haya buscado una salida y no haya permanecido junto a sus compañeros en uno de los momentos más delicados de la temporada. Tampoco parece haber habido margen para renegociar nada. La entidad cacereña le deseó suerte públicamente, pero pocas veces en la marcha de un jugador ha sonado eso tanto a frase hecha.

Este jueves Marcius ya se despidió de sus compañeros y entrenadores, apenas 48 horas del partido del sábado en Burgos ante el Tizona. Es imposible que haya un sustituto, que tendría que llegar ya la semana que viene.

¿EL MOMENTO DE ETXEGUREN? / Toca montar una solución de emergencia. En principio, Roeland Schaftenaar, que no estaba saliendo de inicio en los partidos aunque sí disponía de bastantes minutos partiendo del banquillo, pasará a ser el ‘5’ titular y muchos balones tendrán que pasar por sus manos. Además, puede ser un buen momento para que se reivindique Aitor Etxeguren, el joven (18 años) cedido por el Casademont Zaragoza que apenas ha contado para Blanco hasta ahora (11 minutos repartidos en tres partidos). Mientras, Sylvester Berg apoyará más todavía de lo que lo estaba haciendo ya a Paco del Águila como ‘4’.

Mirando un escalón hacia abajo, en el Torta del Casar también puede haber opciones. La más clara parece la del letón Karlis Helmanis, un ala-pívot al que por ahora le está costando asumir el papel del líder que tenía asignado en el filial. La sorpresa la puede dar el malí Lassena Fofana, la ‘joya de la corona’ de la cantera local que con 15 años ya debutó en el primer equipo en pretemporada. Siendo todavía cadete está promediando en EBA 5,2 puntos y 5,2 rebotes en 19,2 minutos. Si se estrena en LEB Oro haría historia.

EL MERCADO DE PÍVOTS / No lo tendrá fácil el Cáceres Patrimonio a la hora de acudir al mercado en la posición más seguramente cotizada, la de pívot nato. Pero los dos primeros nombres en surgir están ya encima de la mesa. Y no exactamente desde esta semana, sino un poco antes: son los de Justin Raffington... y Arkeem Joseph. Este último, componente del conjunto verdinegro la pasada temporada, se incorporó el pasado verano al Ibereólica Renovables Ourense y está teniendo una dificultosa aventura allí (10 puntos y solo 3,5 rebotes en 20 minutos de media). Tanto es así que, pese a llegar como una pieza importante, ha perdido peso en la rotación y el club le ha llegado a buscar una salida. Incluso fue ofrecido al Cáceres hace aproximadamente tres semanas, pero en principio se descartó su incorporación porque no se daban las circunstancias adecuadas... ni tampoco se le necesitaba a alguien de su perfil.

Por su parte, el germano-norteamericano Raffington también arrancó la campaña de LEB Oro en Galicia con el Leyma Coruña, con el que firmó un contrato temporal para suplir varias bajas en el juego interior que concluyó el pasado 13 de enero. Con su 2,06 de estatura y 29 años, su rendimiento fue correcto ocupando un rol secundario (4,9 puntos y 4 rebotes en 14 minutos).