La difícil situación que se vive en Venezuela le trajo a España y el fútbol le ha llevado hasta Cáceres, donde Sergio Bermúdez, Bermu «Es de esos jugadores que, seguro, pondrá en pie más de una vez al Príncipe Felipe», decía el club el día que anunció su fichaje. Y no está defraudando. Su capacidad de estar en casi todos los sitios, su fuerza y su lucha no pasan desapercibidos. «Soy un tío intenso, que le gusta la guerra, como se suele decir, aunque también me gusta tener el balón... porque así se corre menos», explica mientras se ríe.

Bermu (Caracas, 13 de junio de 1997) llegó a España, a Barcelona, en agosto del 2014, con 17 años. Era solo un juvenil que ya llamaba la atención en el Caracas FC, uno de los principales clubs de Venezuela. «Fue una lástima irme, estaba progresando y con 16 años ya entrenaba con el primer equipo. Me fui en el peor momento, pero todo pasa por algo».

Deslumbraba en Venezuela y no tardó en hacerlo en Barcelona. Empezó a entrenar con un equipo juvenil de Preferente («no tenía ni idea de que había tantas categorías de juveniles en España») y, tras dos amistosos, dio el salto a uno de División de Honor, el mejor escaparate para dar el salto a otras categorías.

Titular en 13 de los 17 partidos que ha jugado el Cacereño, Bermu es una de las piezas casi imprescindibles de Julio Cobos en el centro del campo, la zona más castigada por las lesiones.

«Aún soy joven, pero con los años vas madurando, no dejas de aprender cosas y cuando juegas te metes en un papel. Mi cabeza cambia cuando salto al terreno de juego y me siento yo», cuenta Bermu con indisimulada pasión por el fútbol, donde lucha para llegar muy lejos. «No me pongo techo», dice, consciente de que la meta que tiene ahora es ascender con el Cacereño y después, por qué no, jugar con el equipo verde en Segunda B. «Eso son cosas que hablaremos después».

Pero de momento, este madridista seguidor de Modric y Casemiro («he crecido viéndolos»), se apunta a la doctrina del partido y partido y ahí la siguiente parada es el Azuaga, este domingo en el Príncipe Felipe (12.00 horas). A la cita llega el Cacereño tras cerrar su racha de diez victorias seguidas en Trujillo, precisamente el equipo ante el que empezó ese gran ciclo de los verdes. «Merecimos más, hicimos un gran partido. No me gusta poner excusas, pero era muy difícil jugar con las condiciones del campo. Al final conseguimos un punto bueno», añade él, que cree clave sumar los 9 que aún hay en juego en la primera fase.