¡¡¡¡¡Gooooooooooooooool de Fermín Torrecillas!! El público moralo se vuelve loco. Los jugadores, también; los rivales se hunden en el parquet. Todos, en el fondo, están felices porque aquí ha habido hora y media larga de espectáculo del bueno.

Aquí donde se produjo el mayor milagro del deporte extremeño, el ascenso del Cáceres a la Liga ACB de baloncesto hace casi 29 años, se siguen produciendo fenómenos al límite. A falta de 15 segundos de un derbi tremendo de intensidad de Segunda B entre el Colegio San José y el Integra2 Navalmoral, los locales ganaban 4-3. Los del Arañuelo, sí, terminaron venciendo 4-5.

Así es (¿o así era?) el fútbol sala, cuando este deporte no se había convertido, para desdicha de sus amantes de verdad, de los puros, en un ejercicio demasiado táctico, lo que desembocó en su día su cuesta abajo. Pero en homenaje al público que podía, por fin, entrar en el pabellón de la Ciudad Deportiva, los dos entrenadores optaron por el espectáculo, por el caos, por apartar el orden cartesiano para mejor ocasión. Un tributo merecido.

Y todo fluyó, maravilloso: las alternativas en el marcador, los lanzamientos a los postes, los caños, los regates, la tumba abierta del portero jugador, los golazos. Fútbol sala en estado puro entre dos equipos, para más inri y pese a su excelente dinámica, que necesitan aún puntos: los cacereños para acumular y no pasar apuros, y los moralos para otro tanto, pero para la fase de ascenso a Segunda, que tienen ya certificada por primera vez en su historia junto al Cáceres Uex, casi campeón ya.

Salvo localismos y algún que otro comentario en tono nada deportivo y a destiempo desde la grada, fue todo de la mejor manera en las gradas, esas que han visto momentos increíbles ya desde la canasta de Jordi Freixanet el 10 de mayo de 1992. Esas que, con la amenaza del virus, vieron cómo se respetó todo bajo una organización tan escrupulosa como modélica de un San José que merece cómo su afición le reconoce su predisposición. Todo un ejemplo.

Todo giró en torno a las fintas de jugadores como Félix Suko (ojo a la inmensa calidad de su zurda) y los goles de Rubén, Aitor (dos) y Javi contra el talento del recién convocado para la selección sub-19 Víctor y la veteranía de futbolistas de pasado incluso internacional como Justo Cáceres y de un currículum como el de Jorge Bellvert, aunque la sombra de los Torrecillas sigue siendo alargada, ya desde el entrenador, Natanael. Fermín hizo tres tantos y decidió el choque cuando su técnico había apostado por no conformarse con empatar.

Muy por encima del resultado, el fútbol sala se hizo enorme, con el carácter de los protagonistas y con la leyenda Edinho en el banquillo como segundo de David Piña y su hijo en la cancha en su particular guiño familiar al fútbol sala. El deporte es ver también cómo lidera desde una portería Jorge y cómo Fermín Torrecillas, el más listo de la clase, aún decide.

El CÁCERES, A PUNTO

Mientras, el triunfo del Navalmoral ante el San José (4-5) aplazó la consecución del título del Cáceres Uex, ya que estos ganaron en partido aplazado 1-6 al Colmenar, tantos de Apa, Adri, Aarón Chamorro, Javi, Pablo y Fernan. Mientras, el Madroñera cayó por 4-5 en casa ante el Sacedón en otro partido emocionte y cruel para el perdedor, como el de la Ciudad Deportiva de Cáceres. Los goles de los extremeños, que perdieron a falta de seis segundos, fueron de Juan (dos), Koke y Javi.

Mientras tanto, en el derbi de la Segunda femenina, ganó La Cruz Villanovense por 4-0 a La Garrovilla, cumpliéndose así la lógica previa.