3 - Calamonte: Fuentes; Villegas, Fran, Parra, Alexis; Fernández (Sergio, min 89), Troi (Juanma, min 89), Nevado; Enrique (Isaac, min 81), Tarik (Pildo, min 55) y Quique Roldán.

0 - Campanario: Tena; Diego (Sani, min 62), Lorenzo, Moreno, Cabanillas; Balsera, Fidel (Valerón, min 67), Benitez, Godoy; Enrique y Cobo (Kalifa, min 56).

Goles: 1-0: minuto 16, Roldán. 2-0: minuto 56, Roldán. 3-0: minuto 74, Roldán.

Árbitro: Agraz Díaz. Amonestó a los locales Fuentes, Fran y Fernández; y a los visitantes Godoy, Valerón, Sani, Moreno y Benítez; expulsó al local Villegas y al visitante Enrique.

Incidencias: Municipal de Calamonte con 400 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Manuel Rivero ‘Portu’, padre de Pildo y mítico guardameta del fútbol extremeño.

Si a la mayoría de personas se les está olvidando cosas tan básicas como emborracharse en una discoteca, a los jugadores del Calamonte se les empezaba a borrar de su mente cómo se lograba una victoria. Llevaba el conjunto de Ortiz una racha preocupante, que les ha llevado a pelear por la permanencia en lo que resta de campaña. No obstante, la dinámica del equipo es inversamente proporcional al estado de forma que presenta Quique Roldán.

Al Campanario se le empezó a poner cuerpo de gacela que atraviesa cualquier río africano y cuya historia termina justo en la otra orilla en el típico documental que nadie consigue acabar. Y el duelo confirmó también que el conjunto rojillo necesita mejorar muchas facetas para competir por la permanencia. Estuvo igualada la primera parte, salvo por un detalle. Quique Roldán ayer podía haber probado suerte con la lotería, Euromillón o cualquier juego de azar que hubiera ganado.

Disparo desde la frontal que toca en un defensor del Campanario, despista a Tena y el balón acaba en la jaula (1-0). Un gol que desniveló la balanza del resultado, pero no la del juego. Ambos equipos tuvieron escasas ocasiones y la batalla se centró en el centro del campo. El aburrimiento se esfumó con una tangana entre Villegas y Enrique que zanjó Agraz Díaz con una roja para ambos. Tocaba ducha para bajar revoluciones.

Píldora de goles

La segunda mitad cambió con la entrada de Pildo, que homenajeó a su padre fallecido recientemente cuajando uno de los mejores partidos que se le recuerda al jugador calamonteño desde que defiende la zamarra blanca. Suya fue la asistencia para el segundo tanto de Roldán. Pase de la muerte y balón a la jaula del delantero blanco (2-0). El Calamonte bailó al ritmo que impuso Pildo, y el Campanario se perdió en los compases y se fue del partido.

De nuevo Pildo asistía para que Alexis probara fortuna, pero la diosa de la suerte estaba con Quique Roldán, no con cualquiera. Con un resultado tan favorable y con una superioridad aplastante, la sombra de la pájara del Valdivia sobrevolaba el Municipal de Calamonte, pero parece que el Calamonte aprendió de mayúsculo error y esta vez amarró bien la victoria.

Quique Roldán ya en el tramo final marcó el tercero del partido y de su cuenta particular. No sabemos si se llevo el balón porque esto es el infrafútbol y aquí no hay presupuesto para tanto, y menos ahora con comunicados reclamando dinero a la federación, pero a nivel emocional el hat-trick cuenta igual que cualquiera de los que ha marcado Cristiano Ronaldo. El delantero blanco se plantó mano a mano contra el guardameta del 'Campa' y anotó el tanto de la tranquilidad (3-0).

Una victoria que sabe a poco para un Calamonte que no ha cumplido aún el objetivo de la temporada, el de la salvación. Tendrá que pelear en la segunda fase por evitar la quema, al igual que el Campanario, que también estará inmerso en esa batalla por evitar el descenso. No obstante, muy mal tiene que hacerlo el equipo de Ortiz en los partidos que le faltan para no amarrar la permanencia en la nueva categoría que se instaurará la próxima campaña.