2 - Aceuchal: Pedro; Lolo, Leandro, Migue Macías, Aguza, Cristian Mesías (Rafa Izquierdo, min. 46), Margallo (Javi Aranda, min. 68), Alberto Izquierdo (Pedro Toro, min. 65), Iván Marín, Fran Rosales (Juan Germán, min. 73), Iván de la Cruz.

0 - Valdivia: Peters; Murillo, Sandoval, Robert, Barragán, Miguel Ángel (Carlos, min. 75), Rubén (Pineda, min. 75), Osorio (Moraga, min. 63), Joaquín (Luis, min. 55), Viti y Mena (Patricio, min. 55).

Goles: 1-0: minuto 31, Iván Marín. 2-0, minuto 77, Juan Germán, de penalti.

Árbitro: González Umbert. Por el Aceuchal, amarilla a Margallo, Alberto Izquierdo y Juan Germán. Por el Valdivia, a Joaquín, Robert y Adri.

Incidencias: Municipal de Aceuchal. 150 espectadores.

Con los deberes de la tranquilidad logrados, la tropa de la capital de los ajos trituró a un Valdivia que pocos dividendos futbolísticos ofreció, más allá del corazón y pundonor y que sucumbió finalmente tras la entrada y galopada final y marchamo de puntería de Juan Germán al pisar el verde.

Con más pena que gloria en el campo y todo cocinándose sobre la parcela ancha, arrancó el discurso en el Municipal de la capital de los ajos. El cuadro de Cisqui tanteaba las entrañas de un rival que buscaba pescar en aguas mansas. Viti elevó el mercurio de un gélido pleito con un disparo mordido que obligó y exigió lo mejor de Pedro para evitar un disgusto (min. 17). El duelo no ofrecía casi destellos de buen juego hasta que Iván Marín convirtiese en oro un buen servicio de Pablo Margallo y subiese el primero de la matinal a las entrañas piporras. Al túnel de vestuarios.

El cuadro valviense asomó al mar piporro con mucho arrojo y velas y tuvo en los borceguíes de Miguel una buena ocasión pero apareció la sombra y la determinación mayúscula de Lolo para disipar dudas bajo palos (minuto 47). El cuadro de Valdivia trató de restablecer daños, pero con más corazón que sienes que quede claro y lo que se llevó fue el segundo perdigonazo de muerte en las entrañas. Fran Rosales arrancaba por enésima vez la moto en banda, sirvió con sutileza sobre Leandro que ganaba cal y era víctima de un bailar pegados que llevó al juez del litigio a silbar el punto letal. Caballo Loco, Juan Germán, que llevaba un suspiro en el verde, afiló herraduras y ajustició al meta Peters para brindar la sonrisa piporra.