Que es imprescindible en los esquemas de Julio Cobos en el Cacereño es indudable. Ha jugado todos los partidos, siempre de titular, y solo el portero Ángel Bernabé suma más minutos sobre el césped: 1.890 uno y 1.780 el otro. Es Raúl Espinosa (Leganés, 2 de mayo de 1996), que el pasado domingo en Navalmoral de la Mata hizo que saltaran las alarmas cuando tuvo que retirarse en el minuto 39. «Notaba una sensación rara». Al final todo ha sido un susto y, salvo nuevos contratiempos, estará listo para enfrentarse el domingo al Montijo en el Príncipe Felipe.

Formado en las canteras de Getafe y Rayo Vallecano, Espinosa mantiene intacto su sueño de ser profesional del fútbol --«me encantaría jugar en Primera»--, aunque tampoco pierde de vista que ese es un objetivo «muy, muy difícil» y ahora reparte sus esfuerzos entre el Cacereño y las oposiciones a Policía Nacional que se está preparando («hay que dedicarle muchas horas»).

«Trabajador» es la palabra que emplea para definirse. También «compañero», cuenta este lateral derecho que, tras jugar dos años y medio en el filial Rayo Vallecano, con el que llegó a entrenar con el primer equipo («una experiencia muy bonita»), solo ha pasado por el Arenas de Getxo y el Burgos Promesas antes de recalar en el Cacereño, a donde llegó con la difícil misión de suplir a Neto. Su nota es de sobresaliente. O de matrícula de honor. «Aquí estoy fenomenal, no me puedo quejar. Lo he jugado casi todo y nunca es fácil ser regular».

Del tropezón del domingo ante el Moralo (1-0) asegura que no hay que pararse a pensarlo más, «que es cosa del pasado», aunque, autocrítico, reconoce que el CPC no estuvo bien en la primera parte «y ellos lo aprovecharon. La segunda parte fue diferente y creo que en el global ellos no tuvieron las mismas ocasiones de las que sí dispusimos nosotros».

La derrota no trastoca los planes del Cacereño («seguimos teniendo las mismas opciones, aunque es cierto que ese colchón que teníamos ya ha desaparecido»), que ya centra todos sus esfuerzos en el Montijo. «Es un partido más, en casa, con nuestro público, y creo que ese es un factor que nos vendrá muy bien».

¿El futuro? «De eso ahora no toca hablar, lo único importante es subir al Cacereño a Segunda B». Para conseguirlo los verdes tienen por delante cinco partidos, «cinco finales». Y para la primera Cobos podrá seguir contando con su lateral derecho de cabecera. Dudas siguen siendo Carlos Andújar y Javito, el primero ya a punto de estar listo.