0 - Sanse: Felipe Ramos; Barreda, Juanra (Fer Ruiz, minuto 46), Ofoli Quaye, Fomeyen, Diego Simón (Dani Pichín, minuto 54); Carlos Portero (Jime, minuto 46), Barril (Manu Miquel, minuto 46), Manu Sánchez, Arturo; Marcelo.

4 - Badajoz: Kike Royo; Dani Fernández (Pascual minuto 74), Miguel Núñez, Pablo Vázquez, Tomás Sánchez; Jesús Clemente (Guzmán, minuto 81), Sergi Maestre, Antonio Otegui (Morgado, minuto 81´), Gorka (Martelo, minuto 74); Aquino.

Goles: 0-1: minuto 9, Dani Aquino. 0-2: minuto 24, Jesús Clemente. 0-3: minuto 58, Pablo Vázquez. 0-4:minuto 84, Marcelo, en propia puerta.

Árbitro: Busquets Ferrer (Colegio balear). Tarjetas amarillas a los locales Manu Mique, Barril; y al visitante Morgado.

Incidencias: Estadio de Matapiñonera, 600 espectadores, entre ellos un centenar del Badajoz.

El Badajoz confirma su magnífica temporada con una holgada victoria ante el Sanse (0-4) que le convierte en campeón de su grupo, también en la segunda fase, a falta de tres partidos. No dio ninguna opción el cuadro de Fernando Estévez y desde los primeros minutos dejó claro que iba a por todas, logrando antes de la primera media hora sus dos primeros goles. Lejos de levantar el pie del acelerador, en la segunda mitad continuó con un ritmo alto que propició dos goles más, elevando el marcador hasta los cuatro tantos finales, sin además recibir ninguno en contra.

Tras vencer al Castilla en la jornada anterior, el Badajoz ya tenía aseguradas la eliminatorias por el ascenso a Segunda División, pero un nuevo reto se ponía por delante, el de ocupar matemáticamente la primera posición del grupo en la segunda fase. Enfrente, el rival a priori más duro, el Sanse, que había logrado la primera posición en su grupo en la primera fase y que llevaba seis meses sin conocer la derrota en su feudo.

Apenas hubo más tiempo para las cábalas y los prolegómenos del encuentro cuando el Badajoz estableció el primer tanto en el marcador. Era el minuto 9 del choque y los 600 espectadores de Matapiñonera, incluidos unos 100 del Badajoz, apenas si se habían sentado.

La jugada personal de David Concha por la banda izquierda fue de auténtico lujo, apurando la línea de fondo para meter el centro al área. En el punto de penalti esperaba la cabeza de Dani Aquino que impactó con precisión sobre el esférico y lo alejó de la zona donde el guardameta podía llegar. Primer balón a las mallas y celebración por todo lo alto para dejar claro cómo iban a transcurrir las cosas en todo el partido. De hecho, los siguientes 15 minutos fueron de acoso continuo a la portería madrileña sin que el conjunto local causara apenas peligro.

En el 24 llegó el segundo tanto de los blanquinegros. Balón largo de Dani Fernández que recogió Jesús Clemente en el pico diestro del área, el jugador acarició el cuero con el interior de su pierna diestra provocando una parábola con efecto que se fue abriendo. El balón se abrió hasta la escuadra del palo largo, muy lejos del alcance de Felipe Ramos, que únicamente se pudo limitar a mirar como, de nuevo, el balón besaba las mallas. Nuevo júbilo en el césped y en la grada sansera de los visitantes, tanto jugadores como aficionados.

El segundo acto

Antes del descanso pudo llegar el tercero en una buena jugada de equipo que terminó con Jesús Clemente rematando en una segunda jugada y con el balón estrellándose en el palo. En la reanudación, Marcos Jiménez realizó un triple cambio y le otorgó un nuevo empuje a su equipo. La buena actitud local se vio respondida con la estabilidad defensiva pacense.

Antes de alcanzar el 60 llegó el tercer tanto. Pablo Vázquez aprovechó su oportunidad de sumarse al ataque para rematar un córner con potencia y precisión. Otra buena jugada de estrategia que proporcionó una muestra clara de que todos y cada uno de los jugadores son importantes para Estévez y que cualquiera puede tener su momento para ayudar al conjunto. Los locales veían truncadas sus renovadas ganas y ya asumían la derrota, pero se pusieron como objetivo al menos lograr un tanto.

La tarea resultaba hercúlea, puesto que el Badajoz había recibido su último tanto en el minuto 80 del partido que en la primera fase le enfrentó al Villarubia y que terminó con empate a dos. Además de los diez minutos finales de ese partido, el cuadro extremeño acumulaba siete encuentros sin recibir ningún tanto y, finalizado este encuentro, iba a sumar el octavo.

Lo que llegó fue el último de los goles del Badajoz en el minutos 84. Acción desgraciada para los locales que, en una jugada embarullada, vieron como Marcelo metió involuntariamente la cabeza en un remate que desvió el balón y lo terminó introduciendo en su propia portería. No fue la última ocasión para los pacenses, puesto que Martelo, en el tiempo de descuento, se plantó solo frente al cancerbero pero éste adivinó sus intenciones y evitó lo que hubiera supuesto el quinto tanto para su equipo.

Con ocho goles a favor y ninguno en contra en esta segunda fase, el Badajoz no solo se llevó el encuentro con una merecida goleada y una gran imagen, sino que rubricó de manera brillante su puesto como campeón del grupo. Fruto de todos estos sumandos, la fiesta que se alojó en Matapiñonera fue el resultado más que justo para los de Estévez. Se sumaron familiares y amigos presentes en las gradas, así como el presidente, Joaquín Parra, que disfrutó como uno más del éxito cosechado y que les acerca a la categoría de plata del fútbol español.

Los jugadores lucieron camisetas conmemorativas de este nuevo logro y el vestuario fue una auténtica algarabía de celebración para todos los integrantes de la plantilla y el cuerpo técnico. Los gritos de «¡disfrutadlo, porque esto os lo habéis ganado!» atronaron en las instalaciones madrileñas para regocijo de los integrantes de la expedición del Badajoz. Ahora disponen de tres partidos de colchón para afrontar con garantías y algo más de recuperación que el resto de sus rivales las eliminatorias por el ascenso.