Se las prometían muy felices en Almendralejo durante toda la semana cuando se anunció que la fase final por el ascenso a Segunda División iba a ser en Extremadura y que el Francisco de la Hera sería una de las sedes importantes de las eliminatorias, albergando semifinales y finales. Se veía dentro de esa fiesta el Extremadura, al que le hubiera bastado con empatar en San Sebastián de los Reyes para seguir dependiendo de sí mismo en la última jornada. Pero se la pegó. Estrepitosamente. Y ahora le toca ganar y rezar. Todo lo que pueda y más para que el Real Madrid Castilla, cubierto de talento, no gane al Talavera a domicilio el domingo a las 12.00 horas, mismo tiempo para todos en un final de infarto por lograr el último billete a ese playoff.

Hay una mala noticia y otra buena para el Extremadura. La mala es que no depende de sí mismo. Tiene que ganar al Dux Internacional y que el Castilla no lo haga en Talavera. La buena es que todos se juegan algo, incluso el Talavera que tiene otra opción para ser el tercero en discordia.

Opciones

El que mejor lo tiene es el Castilla, que no tendrá que mirar a ningún partido más que al suyo. Ganando es de playoff, después de hacer lo más difícil y vencer al Badajoz en Valdebebas. Incluso, si empatara tendría la opción de que le valdía el empate entre Extremadura y Dux, pero eso sería ya rizar el rizo.

Las opciones del Extremadura sólo pasan por ganar y esperar a que no lo haga el Castilla. Y las del Dux son las mismas, pero la inversa. Ganar y que el Castilla no lo haga. Y luego está el Talavera, cuya única opción de ser de playoff es ganar al Castilla y que Extremadura y Dux empaten en el Francisco de la Hera. Con esa opción, se produciría un cuádruple empate a 39 puntos que favorece a los talaveranos. Es la opción más difícil, pero está ahí en la mesa.

En el Extremadura son positivos, pero también realistas. Saben que ganar al Dux es algo que pueden hacer, máxime después de ver el nivel mostrado por los azulgranas en los últimos partidos de casa. Sin embargo, no tienen tan claro ese pinchazo del Castilla, aunque saben que el Talavera en su campo puede hacer daño. 

Cogido con alfileres

Está siendo un final de temporada muy difícil para el Extremadura. A los consabidos problemas económicos se le han sumado los físicos. El equipo está cogido con alfileres. «Estamos muy cortos y eso es una realidad que nos penaliza», admitía Manuel Mosquera, su entrenador, al término del encuentro en San Sebastián de los Reyes. No se puede esconder que el Extremadura no tiene ni una prenda más en su fondo de armario. Y los cambios no le están dando para llegar vivo.

La buena noticia es que Kike Márquez no sufre lesión muscular después de que se encendieran todas las alarmas en los minutos finales del partido ante el Sanse. El sanluqueño tiene un pequeño edema, pero las pruebas descartan rotura. Podrá jugar el partido del domingo. ¿Será el último de la temporada? Nadie lo sabe.