El guardameta del Badajoz, José María Saldaña, sufre un esguince acromio-clavicular de grado uno en su hombro derecho, en una acción en la que al ir a atrapar un balón chocó con el delantero del Real Madrid Castilla, Hugo Duro, y tuvo que ser sustituido por Kike Royo en el minuto 74. «Es una situación dolorosa pero ya tenemos a Miguel Narváez desde hace tiempo en la primera plantilla entrenando a un buen nivel y es una baja que no vamos a notar», explica el técnico blanquinegro Fernando Estévez, elogiando la «insistencia» del entrenador de porteros, Mario Bazán, para que Narváez estuviera en el primer equipo.

El entrenador del Badajoz añade que Saldaña ya les ayudó en cuatro partidos de la temporada cuando Kike Royo estaba con el covid. «Hizo cuatro buenos partidos, tres de ellos con la portería a cero y merecía esa oportunidad. El día señalado era ante el Real Madrid Castilla porque se enfrentaba a muchos jugadores con los que ya se midió el año pasado en el Atlético de Madrid y los conocía bastante bien».

"Pese a la derrota somos el mejor equipo de Segunda B"

Fernando Estévez - Entrenador del Badajoz

Respecto a la derrota ante el por 3-1, Estévez desveló que el partido empezó accidentado porque, tras la comida, Antonio Otegui tuvo una indigestión cuando iba a jugar de inicio y por un mareo tuvo que acompañar a su equipo desde el banquillo y no pudo participar.

Los pies en el suelo

El Badajoz tenía claro cómo quería jugar y dar descanso a jugadores que podían tener molestias o que llegaran con cuatro tarjetas al último partido como Gorka Santamaría y Dani Aquino. «Lo positivo es que los que tenían tres no llegarán a la cuarta y estoy contento en ese sentido porque era un partido para distribuir la carga de la semana y en el que dimos la cara».

Por otra parte, Estévez hizo una lectura positiva de la derrota pese a que siempre molesta perder. «Hay que dar valor a lo complicado que es ganar, pese a la derrota somos el mejor equipo de Segunda B, jugamos contra un rival que se jugaba la vida y mostramos nivel competitivo y tuvimos cuatro o cinco ocasiones».

Y subrayó que «es una derrota para poner los pies en el suelo, para que se acabe el humo, las cosas que no ganan partidos como la historia de las porterías a cero o los partidos que llevamos sin perder y que en el momento de la verdad no podemos relajarnos y poner atención a absolutamente todo lo que depende de nosotros».