1 - Cacereño: Bernabé, Espinosa, Marvin, Carlos Daniel, Ocaña (min. 46, Gallardo), Rubén Sánchez( (min. 79 Gustavo), Bermu, Jorge Barba, Platero (min. 65, Carlos Andújar), Teto (min. 74, Segura) (y Fassani (min. 64, Capelo),

1 - Coria: Alex Hernández, Carlos García, Mahíllo, Carlao, Alejandro (min, 79, Deme), Chencho (min, 61, Ismael), Chema, Álvaro, Fernando Pino, (Giráldez, minl. 79) David López, (min. 66m Antonio) e Iván Fernández.

Goles: 0-1-Min. 5:Chema Martín. 1-1-Min. 50:Fassani.

Árbitro: Pablo Asensio Pérez. Tarjetas a los locales Ocaña y a los visitantes Alejandro, Mahíllo, Alvaro. Rojal al segundo entrenador verde, Alex García.

Incidencias: Última jornada de la segunda fase de la Tercera. 3.800 personas.

Igualada para la euforia y la decepción (1-1). Cacereño, el del disfrute, y Coria, el que aún tendrá que esperar para subir, experimentaron diferentes sentimientos en un duelo letal, en el que los verdes descontaron el tanto inicial de los celestes con un tanto en el segundo acto de Fassani que puso la justicia entre dos equipos generosísimos en el esfuerzo. Fue un encuentro tácticamente brillante entre dos plantillas de nivel acreditado. 

Esta vez, Julio Cobos presentó un equipo con abundancia de jugones. Nadie le podría recriminar un ápice de tendencia al conservadurismo al de Valdehornillos. El fútbol es tan grande que te sorprende cuando menos lo esperas. En un balón aéreo ganado por Fernando Pino, Chema Martín, de media volea zurda, hizo el 0-1. Era el minuto 5 y el Coria ascendía virtualmente. El guión había cambiado inopinadamente a favor del equipo que llegaba con la tarea más difícil por hacer.

El Cacereño tenía que remar contra el rival y quién sabe si contra su maldito sino de los últimos años. Sabedor a priori que le valía un punto, no contaba con ese desajuste cognitivo que le obligaba, ya sí, a atacar al rival.

Solamente los destellos de Jorge Barba, sobre todo, y las subidas por banda de Ocaña y Espinosa amenazaron la excelente disposición de los Rai boys, parapetados atrás pero amenazando con el eterno Carlos García y llevándose todos los balones por arriba gracias al tremendo poderío de Pino. En realidad, la única opción local fue una internada con Espinosa que no acabó en gol de milagro. Poco bagaje.

Cambió todo después. Teto la tuvo al inicio del segundo acto. Y a continuación el 1-1 tras combinación a una contra liderada por Teto, con ayuda de Platero y definición de Fassani (1-1, min. 50). Un par de minutos antes había anotado el Montijo en casa del Dioce.

Otra vez cambio de tercio. Y de jugadores con el adiós entre vítores a Teto. Mahíllo, imperial, como Rubén, ponían todo hasta la extenuación. Y legó el empate del Diocesano y la grada enloqueció en un final controlado por los locales. Ysonó el Redoble. El CPC lo había hecho, sufriendo, pero lo hizo.