El tiempo apremia y los próximos días son claves para la supervivencia del Extremadura. Trabajando al frente de su gestión está Bernardo Silva Regueira, administrador concursal que pertenece a la empresa mercantil UTD Concursal SLP y que ha detallado a El Periódico Extremadura por dónde pasan las líneas de viabilidad del club. Para empezar, nada de esto se escribiría si los jugadores no hubieran alcanzado la proeza de estar a día de hoy en Primera RFEF, ya que de no haberlo conseguido, el Extremadura estaría ahora mismo en fase de liquidación y en vías de desaparición. 

«Estar en Primera RFEF ha sido fundamental. Sin duda, el compromiso de la plantilla ha sido clave para la supervivencia. Su comportamiento ha sido ejemplar y ha permitido al club poder ser viable», dice Silva.

¿En qué punto está el Extremadura? Una vez elaborado el informe por parte del administrador concursal, se ha solicitado al juzgado que se abra la fase de convenio. «Es una fase en la que el club y los acreedores pueden presentar una propuesta de convenio que determina el importe total de la deuda y la forma en la que se va a satisfacer». 

El tiempo apremia porque a 30 de junio tiene que satisfacer las deudas con AFE para no incurrir en un descenso administrativo. También las deudas con otros organismos como FIFA para poder fichar. El problema es que el proceso concursal, declarado el 5 de febrero de 2021, solo permite que se resuelvan las deudas devengadas desde esa fecha en adelante, de modo que el dinero que se deba a jugadores (o acreedores) anterior a esa fecha debe estipularse en convenio y éste ser aprobado para poder satisfacer la deuda a medio o largo plazo. Y el problema es que hay deudas con jugadores anteriores a la fecha del concurso, «pero por ley no podemos hacer frente a ellas hasta que no haya convenio. No es algo que el club no quiera. Voluntad sí hay».

«Habrá que negociar seguramente con estamentos del fútbol para que no perjudiquen al Extremadura», dice Silve. Es probable incluso que se pueda solicitar alguna medida cautelar para que no lo puedan descender, en caso de no haber satisfecho toda la deuda a corto plazo.

Lo que sí es irremediablemente necesaria es la inyección de capital externo. «Nos han confirmado, y no solo desde el club, que la inyección económica va a llegar. Solo queda una cuestión puramente administrativa de control y procedencia. No hay duda de que se hará efectivo, pero siempre somos moderadamente conservadores porque hasta que no se vea, no se cree. Lo que nos preocupan son los plazos», asegura el administrador concursal.