«Siempre igual» y «árbitro, no hace falta que les ayudes» fueron dos de las expresiones pronunciadas en el banquillo del Diocesano desde el principio de la final ante el Coria. Y el enfado fue creciendo con el paso de las minutos. En caliente, al final del encuentro (3-1 y ascenso para los celestes), se vivieron algunos momentos de tensión, con los jugadores sobre el césped y también muchos aficionados caurienses. Y en frío, casi 24 horas después, el enojo por la actuación arbitral no había remitido en las filas del conjunto colegial.

«Fue calamitoso», dicen desde el Diocesano. Se quejan de la expulsión de Jorge Rastrojo en el descanso por una supuesta agresión a Carlos García, que solo vio la amarilla. «O los dos o, indudablemente, ninguno. No ha sabido llevar el partido, el cuarto árbitro lo llevó por mal camino», se lamentan en el conjunto colegial. 

«Sinceramente, siento rabia tras ser expulsado por roja directa en esta acción en la que se supone que ‘agredo’ a un futbolista. Solo me expulsa a mí. Creo que esto es para hacérselo mirar, pero bueno, solo pedir disculpas al Diocesano por fallarles en el partido mas importante», escribía Jorge Rastrojo en su cuenta de Twitter, acompañando el texto con un video de la acción que acabó con su expulsión. Según el acta, Rastrojo fue expulsado por «dar un puñetazo a un jugador contrario en el estómago con uso de fuerza excesiva en el descanso antes de abandonar el terreno de juego». 

 «Nada que reprochar, en las imágenes se ve perfectamente lo que sucede, cada cual que saque sus conclusiones, incluidos el cuarto arbitro y el principal. Nosotros hemos luchado hasta donde pudimos. Cabeza alta y seguimos caminando», le respondía el presidente del club, Alfonso Abreu, a través de la cuenta oficial del Diocesano.

También hay quejas por la expulsión de Kerkich en el minuto 80 tras ver la segunda amarilla. Creen en el club cacereño que la primera tarjeta fue excesivamente rigurosa. Puede que incluso la segunda tras un habitual forcejeo entre dos futbolistas.

«Se hizo protagonista de un partido donde no le tocaba serlo», añaden desde el Dioce sobre Daniel Miranda Bolaños, el árbitro del partido y entre los candidatos casi seguros a subir a Segunda RFEF. Apuntan también que dos futbolistas del Coria, Fernando Pino (autor del primer gol) y Alejandro tuvieron que ser expulsados «por reiteraciones». Ambos futbolistas vieron la amarilla en la primera parte. 

«Nos robaron el sueño, soñamos hasta donde nos dejaron luchando con todo y contra todos; con dos menos y llegar a una prórroga, no lo hace cualquier equipo. Pero, como ya he dicho, no somos un equipo, somos una familia», escribe Luismi, autor del gol colegial, resumiendo el sentir general del Diocesano.