Una noticia se está cociendo en las últimas semanas que puede cambiar el panorama del baloncesto extremeño en categoría masculina: la Canarias Basketball Academy, un prestigioso centro que trabaja con jóvenes talentos internacionales, mantiene conversaciones avanzadas para trasladar sus actividades a Extremadura a partir de la próxima temporada. Y, aunque el acuerdo no esté cerrado al resultar muy complejo por todas las partes, la opción más clara ahora mismo para que se instale es la de la residencia del San Antonio Cáceres Basket, club con el que se uniría al menos temporalmente.

La historia viene de unos meses atrás, cuando el máximo responsable de la CBA, Rob Orellana, decidió que había que dejar Canarias, su lugar de fundación en 2007. Primero estuvo radicada en la isla de Gran Canaria y, desde 2018, en la de Tenerife, en una localidad llamada La Matanza. Durante estos casi 15 años ha tenido una filosofía particular: ofrecer sus servicios como centro de entrenamiento para baloncestistas muy jóvenes interesados en llegar a la élite. Por sus filas han pasado jugadores como Santi Aldama, la gran promesa del baloncesto nacional que apunta a la NBA en un futuro cercano, y otros que han llegado a ser profesionales. Otro de los muchos ejemplos es el neerlandés Jordy Kuiper, componente del Cáceres 2019-20. Algunos pagan una importante cantidad mensual y otros, dependiendo de sus condiciones físicas y técnicas, son becados.

Orellana, pensando en que su proyecto crecería en la península, empezó a moverse buscando opciones, e incluso fue animado por uno de los entrenadores de su academia, el placentino Jesús Porras, a intentarlo en Extremadura. De hecho, una de las primeras ciudades que se sondearon, sin llegarse a buen puerto, fue Plasencia.

La iniciativa cogió fuerza cuando se entablaron conversaciones avanzadas con la Escuela Deportiva Guadalupe, en Badajoz, con la que se llegó a un acuerdo incluso para colaborar en un campus para niños este verano. «Mejora tu baloncesto con el método CBA», reza la promoción del Guadalupe sobre este curso, que se divide en turnos semanales del 5 al 30 de julio.

Se empezó a dar por hecho, con el conocimiento de la Federación Extremeña, de que la CBA terminaría en Badajoz, instalando sus categorías de formación con aproximadamente 30-35 promesas, e impulsando también un equipo de Liga EBA, como ha ocurrido en los últimos años en Canarias. Sin embargo, en los últimos días esta opción se ha torcido por carecer de la infraestructura suficiente.

LA VÍA CACEREÑA / Surgió entonces en escena el binomio Colegio San Antonio-Cáceres Patrimonio de la Humanidad, una fusión que surgió en 2007 y que en los últimos años ha mantenido un proyecto similar, aunque más modesto, en la residencia que el centro educativo tiene. Allí son acogidos los jóvenes jugadores de fuera que o bien abonan una cantidad por vivir y jugar allí o bien reciben una ayuda del club.

En principio parecía que los intereses de CBA y San Antonio-Cáceres podían chocar, pero cada vez se le están viendo más aspectos positivos para todos a un posible acuerdo, que todavía está por culminar. La academia hasta ahora canaria tendría un hogar de ambiente baloncestístico donde sus futuribles figuras se pudiesen desarrollar, el club reforzaría su cantera y filial en EBA con piezas a las que difícilmente podría aspirar y el propio colegio rentabilizaría aún más sus instalaciones y añadiría alumnos a sus clases.

A día de hoy, todos están haciendo sus cuentas para ver si les cuadra la operación, pero existe un moderado optimismo en que las conversaciones puedan llegar a un final feliz.