El Extremadura UD se ha puesto las pilas para limpiar el charco de denuncias que mantiene contraído con el sindicato AFE después de que todos sus futbolistas emitieran dichas denuncias por los impagos de las nóminas atrasadas. Lo cierto es que entre directiva y jugadores no ha habido mal rollo por este motivo, ya que la propia directiva había recomendado a los jugadores denunciar para asegurarse el cobro, ya que la idea del Extremadura siempre ha sido la de pagar, pero el proceso concursal le mantenía paralizados esos pagos.

Finalmente, el club ha conseguido liquidez y ha procedido a pagar parte de las nóminas pendientes con jugadores, cuerpo técnico, empleados y proveedores. De hecho, según ha podido saber este periódico, el Extremadura ha pagado el mes de abril y medio mes de marzo que tenía pendiente, mientras que espera que a inicios de la próxima semana termine también pagando las nóminas pendientes de mayo y la presente de junio. Sólo así salvaría el match ball del 30 de junio, plazo que fija la AFE para que los clubes se encuentren al día de pagos con sus futbolistas y no incurrir así en un descenso administrativo.

Para realizar esta primera operación de pagos ha sido determinante la operación de traspaso de Sabit al Getafe, algo que ha reportado algo más de 400.000 euros a las arcas azulgranas. De momento, el dinero del grupo inversor no ha llegado, pero está firmado en acuerdos. De hecho, la misma documentación habría sido remitida por el administrador concursal a un juez para que se eleve al sindicato AFE y solicitar una medida cautelar en caso de que ese dinero no llegara antes del 30 de junio. De ese modo, el Extremadura ganaría una moratoria para reunir el dinero y no tener que descender por la vía administrativa.

La situación está controlada en el club azulgrana, máxime después de las palabras tranquilizadoras de su presidente, Manuel Franganillo, durante la presentación esta semana de Jordi Lardín en la dirección deportiva.