¿Qué sensaciones se lleva en la maleta para Japón?

Una alegría inmensa y un gran orgullo por todas las personas que hemos podido clasificarnos un año después de unos momentos tan difíciles por la pandemia.

¿Siente una el apoyo de su región (ciudadanía e instituciones) a tantos miles de kilómetros de casa?

Por supuesto, por muy lejos que esté, siempre llevo a Losar de la Vera y a Extremadura en el corazón. Me transmite mucha energía positiva.

¿Es competir en unos Juegos Paralímpicos la recompensa al trabajo de estos años o no se conforma sólo con estar?

Unos Juegos siempre es una gran recompensa, puesto que es a lo máximo que puede aspirar una deportista, y la experiencia es increíble.

El movimiento olímpico y sus valores son mundialmente reconocidos, así como el paralímpico de manera general, pero ¿queda mucho trabajo por hacer para alcanzar una inclusión y equiparación real de las diferentes capacidades en el mundo del deporte?

La situación ha cambiado mucho desde 2008 que fui a mis primeros Juegos, hasta día de hoy. Ahora los paralímpicos y paralímpicas salimos muchas veces cada mes en prensa, radio y televisión, y nos tratan como lo que somos, deportistas. Faltaría un poco más apoyo en redes sociales para que tengamos una inclusión en todos los ámbitos.

¿Están ya acostumbrados/as a competir con las medidas covid existentes o será todavía más diferente y habrá que adaptarse aún más a la situación en Tokio?

Habrá que adaptarse, porque una de las cosas más especiales de unos Juegos, es el público, y se echará mucho de menos competir sin toda esa energía en las gradas.

¿Cuál cree que ha sido el momento clave durante estos años en su trayectoria para poder estar hoy a la espera de competir en otros Juegos Paralímpicos?

Ha habido varios momentos clave. El primero fue que mi pareja decidió hacer la cuarentena conmigo en Losar de la Vera para ayudarme con los pesos en casa y poder entrenar, y otro momento muy importante ha sido que hayamos podido encontrar piso en una localidad madrileña para poder retomar los entrenamientos en Carranque después de la cuarentena.

Estando tan cerca la competición clave del año (y del ciclo paralímpico), ¿prefiere focalizarse sólo en lo deportivo o busca momentos de desconexión para reducir el estrés?

Afortunadamente, ni el ámbito deportivo ni la cuarentena me han provocado estrés, todo lo contrario, ya que he aprovechado mi tiempo libre para hacer otras cosas que me apasionan. La cuarentena la aproveché para crear junto a mi equipo, vía online, la Asociación Nacional Loida Zabala. Actualmente ya tenemos una sede en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo donde ya hay personas recientemente lesionadas que han probado el mundo de los deportes de fuerza y les encanta, así que espero cumplir algún día mi sueño de verlas en un podio internacional.

¿Qué promesa haría si se trae una medalla?

Soy una persona que vive el momento, por lo que actualmente no pienso en la competición, pero me imagino que conseguir una medalla sería un gran motivo para llorar de felicidad.