«Se han dado muchas circunstancias, pero aquí lo más importante, en mi opinión, ha sido el apoyo incondicional de los padres desde que él era muy pequeño». Lejos de colgarse algún tipo de medalla por ser referente antes de producirse uno de los éxitos más importantes del deporte extremeño en su historia, Javier Cano Blázquez (Cabezuela del Valle, 23 de abril de 1990) pone el acento en el entorno familiar y de amigos del oro olímpico cacereño en escalada, el conseguido, contra el pronóstico más optimista, por el joven de 18 años Alberto Ginés.

«Es lo máximo de lo máximo. Es algo estratosférico. Se ha logrado lo máximo a la primera». Cano no es un cualquiera, más bien al contrario al ser dueño de una de las mejores hojas de servicio del deporte regional. Con él, en realidad y apelando al dicho más actual, empezó todo, y no precisamente por su condición de campeón de España y suma de medallas en la Copa del Mundo. El escalador no se jacta de ello, pero formó a ‘Albertino’ con el grupo impulsado por la Federación Extremeña de Montaña y Escalada, del que ha sido responsable, compaginándolo con su condición de escalador.

«Recuerdo que tendría él 10 años cuando nos acompañó a Barcelona a una prueba de la Copa del Mundo», cuenta Cano en este diario. Entonces, ‘Albertino’ ya destacaba, «pero como él también varios deportistas». Yes que el milagro de la escalada extremeña tiene varios nombres propios, como el futuro que les espera a los siete seleccionados para formar parte del grupo que vivirá en el Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres. Allí se construirá un nuevo rocódromo en los próximos meses. «Vamos a rescatar el proyecto», confirma el responsable de la selección, que tuvo que aparcarlo hace unos años por problemas de instalaciones. 

Primeros

Él y el emeritense Andrés Ramos pelearán por ello. «En 2019 tuvimos 23 medallas en los campeonatos de España», se enorgullece Cano. Fue la comunidad con más preseas, por delante de Cataluña, en lo que pudo ser un hito nacional al colocarse como primera potencia. «Hay muchos buenos resultados en la escalada extremeña, y Alberto es al final la punta de la lanza».

«El hecho de que haya estado con un grupo de gente que llevara este deporte de una manera limpia ha influido». ¿En qué manera ha sido clave Javier Cano? «Eso lo debería contestar Alberto, pero nosotros siempre hemos intentado transmitir este deporte desde una base de pasión por escalar. Yo quiero pensar en que un poquito ha calado nuestro trabajo», dice quien ha ejercido como ‘puente’ entre el deportista y su entrenador desde hace muchos años, el catalán David Macià. «Al final, el grupo importa mucho, pero no deja de ser individual entre el ‘tú y la pared’. Pero ha quedado poso y una pequeña semillita», se congratula anteponiendo la discreción de su discurso.

«Fui profesor suyo en las clases de escalada de Cáceres con seis-siete años y luego he estado cinco años llevando los entrenamientos en la ciudad antes de que Alberto se fuera a vivir a Barcelona y entrenar directamente con David», afirma. Con Ginés, un grupo numeroso de deportistas, entre ellos Antía Freitas, entre otros, para abrir paso a una generación de excelentes escaladores que, dice Cano, van a seguir dando alegrías máximas a Extremadura.

Javier Cano, en acción. Fedme

«Ese talento se ve en muchos chicos y chicas. Está ahí. El saber exprimirlo es la clave. A Alberto se le ha visto desde el principio una destreza especial, pero eso se ha trabajado bastante después, especialmente los últimos tres-cuatro años». explica el orgulloso hombre-espejo de la escalada regional.

Javier Cano tuvo en perspectiva entrar en los Juegos Olímpicos. En un reportaje publicado en este diario en el año 2016 ya lo expresaba con nitidez. «Lo intenté en su momento, pero quedó ahí y no fue posible. Ahora sigo haciendo todo lo que puedo». El de Cabezuela, que regenta un rocódromo junto a su hermano Juan José en Plasencia, ha sido convocado por la selección nacional de escalada en hielo. 

«Con 18 años no había ido a ninguna prueba internacional. Empecé con 16. Disfrutando del deporte, como Alberto, pero a otro nivel», cuenta cuando se le pregunta sobre qué hacía él mismo en el contexto de la escalada a la edad del oro olímpico. «Soñaba con conseguir cosas», refleja con humildad. Las ha conseguido, aunque lo de Ginés ha superado cualquier expectativa. ¿Se lo esperaba? «Sí y no. Ya dije que lo difícil era estar en la final, pero que ahí podía ocurrir cualquier cosa. Cuando ganó en dificultad comenté que lo iba a conseguir...», dice con una pasión indisimulada, la de un deportista que ha visto cómo su disciplina ha dado un paso adelante espectacular.

«Es lo máximo de lo máximo», redunda. Y tanto. Javier Cano, una escalada al cielo.