3 - Unionistas de Salamanca: Salva; Ramiro, Acosta, Néstor (Lamadrid, minuto 80), Carlos de la Nava (Pitu, minuto 59), Salinas, Iñigo Muñoz (Mier, minuto 59), Rayco (Cris Montes, minuto 0), Fer Román, Espina, Marín.

0 - Extremadura: Casto, Fran Cruz, Elías, Kike Márquez, Lolo (Viera, minuto 28), Toribio (Musa, minuto 46), Pastrana, Dani Pérez, Varela, Morcillo (Villacañas, minuto 46), Emmanuel.

Goles: 1-0: minuto 10, Rayco. 2-0: minuto 16, Rayco. 3-0: minuto 28, Fer Román.

Árbitro: Gómez Lameiro (gallego). Mostró tarjeta amarilla a Carlos de la Nava, por el Unionistas de Salamanca; y a Fran Cruz y Elías, por el Extremadura.

Incidencias: 2.500 espectadores en el estadio Reina Sofía de Salamanca.

No hay más fondo que el que tocó el Extremadura en el estadio Reina Sofía de Salamanca. En todos los aspectos. Si este equipo todavía puede ser un esperpento mayor, sería recomendable que no llamara más a su afición para lo siguiente, ya que de lo contrario la película podría acabar de manera aún más desastrosa. Pero peor imagen que en Salamanca (3-0), es casi imposible que el Extremadura pueda repetir. 

Desalmado, sin personalidad, sin criterio, doblegado por la ilusión de Unionistas y reventado por dentro con una situación desesperada ante los impagos. Ni puede ni debe consentir más el buen aficionado del Extremadura que este suplicio tenga otro capítulo más. La primera media hora ante Unionistas fueron los peores 30 minutos de la historia del club. En mayúsculas. El cuadro salmantino martilleaba como aviones las bandas y todas las líneas de flotación de un equipo desarbolado e incapaz de dar tres pases seguidos. Mirar a los futbolistas no sería de ser honrados. Llevan seis meses sin cobrar, no saben qué está ocurriendo y nadie les garantiza soluciones. Ante ese panorama, ya poco más se puede hacer que esperar un milagro en forma de dinero.

El Extremadura desapareció nada más empezar el partido. Unionistas avisó en un par de ocasiones con dos centros laterales. Y a la tercera, aguijoneó a su rival. Cambio de juego espectacular de Carlos de la Nava a la posición de Rayco, que gana la partida a Emmanuel y salva picando la bola la salida desesperada de Casto. Fran Cruz intentó sacar el balón en la línea, y aunque las imágenes no dejan claro si el balón rebasó por completo la línea, lo cierto es que el árbitro, a instancias del auxiliar, dio el gol. 1-0.

La tormenta continuó unos minutos más tarde. Esta vez por banda contraria. Íñigo Muñoz reventó en velocidad a Morcillo, robándole la cartera y metiéndose hasta la cocina. El pase atrás en carrera lo remachó a gol Rayco, ante la pasividad de la zaga azulgrana. Minuto 16 y 2-0.

Alucinaba la afición del Extremadura. Un centenar de valientes que acabaron desesperados en uno de los fondos del estadio salmantino. 

Casto salvó el tercero con una parada milagrosa a Íñigo Muñoz ante la descomposición del equipo azulgrana. Y antes de la media hora, Néstor cuelga una pelota templada que Fer Román en carrera remata para hacer el 3-0 y enterrar de un plumazo a un Extremadura que ni se acercó en la primera parte a la portería del arquero Salva de la Cruz.

Unionistas hizo tres goles en la primera parte, pero pudieron ser seis. Íñigo Muñoz no llegó por centímetros a un centro desde la banda izquierda que tan sólo tenía que empujar dentro. Más tarde Rayco desperdició con un mal control la posibilidad de ponerse en el mano a mano con Casto. Y, casi al final del patético primer acto del Extremadura, Casto hizo un paradón memorable a disparo de Espina para salvar el cuarto. 

Una acción del Unionistas-Extremadura. La Gaceta de Salamanca

Manuel no tenía ni recursos ni opciones para levantar un desastre de tal calibre. Para postre, perdió a Lolo González a la media hora de juego tras sufrir un golpe en el pómulo que llevó al de Sanlúcar directamente al hospital. 

En la segunda mitad, el Extremadura tuvo un conato de reacción en los primeros minutos con disparos de Kike Márquez y Pastrana con algo de peligro. Un espejismo. Unionistas tomó el balón y desdibujó a los azulgranas. Casto salvó dos goles cantados.

El baile fue de dimensiones tremendas. Avergonzada la afición del Extremadura, se limitó a participar de la fiesta de Unionistas y cuando la afición local se dispuso a hacer la tradicional ‘ola’ en las gradas, la afición del Extremadura la acompañó en uno de los fondos, dejando mostrar que lo del verde, ahora mismo, ya es lo de menos. La afición de Unionistas terminó cantando al grito de Extremadura y sus jugadores fueron a aplaudir a los aficionados de Almendralejo. Una imagen vale más que mil palabras. O hay soluciones o el derrumbe está cerca.