Solo se ha jugado un partido en la Tercera extremeña, pero uno de los goles de la temporada ya tiene nombre y apellido. Es Luismi Bueno, el jugador del Diocesano, que el pasado sábado hizo el 0-1 para su equipo en el duelo ante el Llerenense. Un golazo. Como también lo fue al día siguiente el que Fran Segura, del Moralo, le metió al Jerez en un lanzamiento de falta. 

«Son destellos de inspiración», cuenta Luismi, uno de los jugadores más destacados la temporada pasada y que ha iniciado esta con la misma intención. «Cuando vi que Javi [González] robaba el balón, ya tenía claro que si me llegaba botando la iba a coger y le iba a pegar», dice el futbolista andaluz, nacido en San Fernando en 1997. «Si lo haces rápido el portero no se la espera y es más fácil marcar», añade con naturalidad.

Tras el gol, las típicas bromas de los compañeros y las peticiones de que vuelva a repetirlo. «Ojalá», dice el protagonista, autor de seis tantos la campaña pasada. Entonces era un recién llegado a un Diocesano que deslumbró y peleó hasta el último minuto por el ascenso a Segunda RFEF y ahora es de los veteranos del equipo, ya que solo siete jugadores siguen del curso anterior en el conjunto colegial.

Por eso no duda en señalar que el objetivo vuelve a ser la permanencia. Ni haber ganado a domicilio a uno de los equipos que mejor ha fichado este verano le hace dudar en su respuesta. «¿El favorito?». Tampoco duda: el Moralo, su rival este domingo en los Campos Manuel Sánchez Delgado de Cáceres (12.00 horas). «Va a ser un partido difícil», aventura.

La insistencia de Fito

La de Luismi fue la última de las renovaciones del Diocesano este verano. La gran temporada pasada hizo que varios equipos de Segunda RFEF se fijaran en él. Esperó, reconoce, por la posibilidad de dar el salto de categoría, aunque nada llegó a concretarse. Sí tuvo ofertas de otros clubs de Tercera, y aunque podrían pagarle más, optó por quedarse en Cáceres. «Fito [Adolfo Senso] insistió mucho y a mí me gusta que muestre interés en mí». Al técnico además lo conoce, le gusta su forma de plantear el fútbol. Ahí se siente cómodo y puede mostrar todas sus virtudes. Y el club es, afirma, como una familia. «Aquí siempre hay buen ambiente, somos todos casi de la misma edad y eso se nota». Se le siente feliz. Además de entrenar y jugar, esta temporada trabaja en una tienda de deportes. Y su idea de llegar lo más arriba posible no se le va de la cabeza. Sigue poniendo semillitas para conseguirlo.