Una bestia. El calificativo que cataloga al ‘madurito’ ciclista Vigo-Rías Baixas, el catalán de Alcanar Benjamin Prades, que tras su golpe de autoridad en el empedrado de la fortaleza de Trujillo el sábado, no dio lugar a especulaciones y apretó los tornillos sobre las calas en la volata en la villa de Hervás apuntándose la victoria por delante de Raúl Rota a llevándose el triunfo final de esta XXVI Vuelta a Extremadura.

El epílogo de la Vuelta partía de Villarreal de San Carlos, en pleno Parque Nacional de Monfragüe. Para insuflar mayor árnica, la niebla envolvía a la tropa multicolor y con celeridad se registraban las primeras escaramuzas en un terreno rompepiernas camino del sprint especial de Malpartida (km. 21). Franklin Chacón (Manuela), Edgar Álvarez, Gabor (Telco’m) y José María García (Valverde Team) buscaron su cuota de gloria que no llegó a males mayores y eran carne de pelotón sin piedad.

Josúe Gómez se anotaba el sprint puntuable y se producía una montonera que obligó a numerosos abandonos. Continuaba la carrera camino de las volantes de Tejeda de Tiétar y Torremenga (kms. 38 y 48), por donde mostró su sillín Miquel Valls (Telco’m) consolidando la túnica azul de metas volantes en su brega cainita con Álex Díaz.

En el horizonte, el gran puerto de esta vuelta y techo de la ronda, el Puerto del Piornal (1.277 metros). 13,1 kilómetros al 5,1% de pendiente media, pero con algún tramo de dos dígitos que obligó a levantar la paella de 53 a no pocos. 

El a la postre rey final de la montaña, Ángel Coterillo (Gomur), Segovia, Cristóbal Moral (Bicicletas Rodríguez) y Rodas (GSport) enseñaban sus matrículas y a un minuto las cabezas y maglias de los hombres de la general. Rápido descenso, pelotón hecho añicos con apenas 10 unidades buscando el Torno, un puerto de diez kilómetros con breves pasajes del 10-12% que carburó las piernas del grupo.

Álex Martín (Eolo) dejó su impronta escaladora y un ágil López de Abetxuko. Coterillo enseñó el DNI en la cima seguido de un exhausto Alberto Álvarez (segundo extremeño y undécimo en la general final) con el líder Prades a tiro. En el descenso camino de Hervás se juntaban 30 hombres de los que Rías Baixas tiraba como una locomotora y a 15 de meta sacudía de nuevo el árbol Álex Martín (Eolo), al que se le unió Riera (Baqué). Un oasis de ilusión que relevó Jiménez (Netllar) luciendo pecho y sillín, pero era víctima del pedaleo voraz y letal del ganador de la insultante volata final aderezada con la general de la ronda, Benjamín Prades.