«Ni mucho menos me considero el jefe del equipo. Todos estamos aportando en todo momento porque carácter y gen competitivo, en realidad, lo tenemos todo el equipo. Eso es lo que nos ha hecho iniciar así de bien la competición». Quien así habla es Mohamed Kamal Abdesalam El Hamdi, futbolísticamente ‘Kamal’ (Palma de Mallorca, 9 de marzo de 1992), centrocampista del Cacereño.
Kamal es el jugador que más ha llamado la atención el principio de temporada del decano extremeño por su condición de líder en el campo. El centrocampista, de indisimulado carácter y entrega, ha sido referencia en el equilibrio del bloque de Julio Cobos y los seguidores verdes ya lo han valorado en positivo. «He notado que la gente me trata con respeto y con ánimo y ello se agradece. El fútbol es muy de altibajos y todo lo bueno que te digan hoy puede ser malo si pierdes dos partidos seguidos», reflexiona tras el entrenamiento matinal el balear restándose importancia para sumar en una idea coral, de colectivo.
La historia del ancla sobre el que gira el CPC 2021-2022 tiene mucho atractivo que contar detrás. Sus abuelos y padres llegaron a las islas Baleares desde Marruecos «hace muchos años, cuando se trabajaban las pieles», cuenta el protagonista, para reafirmar esa manera de ganarse la vida de su familia. «Yo jugaba en el Mallorca y a la segunda temporada de infantil, con 12 años, disputamos un torneo de regiones contra Extremadura y Ceuta y me vieron y el Real Madrid vino a buscarme. Destaqué con otro compañero, que también se vino. Teníamos una buena camada», relata.
Compañeros de lujo
No es un detalle menor que Kamal estuviera en los mejores equipos de la cantera del club más laureado del mundo, en el que estuvo la friolera de siete años, «desde los 12-13 años hasta los 21. Tuve compañeros de nivel mundial hoy en día, como Carvajal, Sarabia, Lucas Vázquez, Jesé, el portero extremeño Fernando Pacheco... gente de mucho nivel». Llegó a ser campeón de España juvenil ante el Valencia de Isco, alguien con quien ha coincidido en generación de futbolistas.
¿Por qué no llegó arriba? Él dice, con toda la lógica del mundo, que «no todos podemos llegar y abunda en su tesis: «los que triunfan es porque se lo merecen y los que no llegamos es porque en determinados momentos no hemos estado bien o no hemos tenido esa suerte. Lo bueno que te da el fútbol es que cada año te da una oportunidad de poder volver a demostrar que tienes el nivel y poder vivir de ello», explica.
Este portento físico dice vivir el día a día, sin pensar en más allá que estar preparado para los partidos. También es autocrítico. «Igual me ha faltado ser más constante, alguna lesión que otra, pero bueno, son cosas que pasan», dice, para abundar después:«aún me quedan años de fútbol y seguiré demostrando que aún puedo jugar y seguir en la rueda», aduce.
«No sé si podía estar más arriba, la realidad es esa, que no lo estoy y que estoy peleando para que el Cacereño vaya lo mejor posible y que todos los compañeros estemos contentos y a una», concreta.
Bien en Extremadura
Sus experiencias en Villanueva y Badajoz fueron «muy buenas». «El Villanovense es un club muy serio, familiar, en el que sigo teniendo amigos, y nos quedamos a tres puntos de playoff”. En Badajoz también hicimos una temporada muy buena, y nos clasificamos para playoff de ascenso».
Cuando se le pregunta por el vestuario verde, también da rienda suelta a su visión colectiva. «Me encuentro muy cómodo, muy bien, con un ambiente sano, siempre de buen rollo y el equipo trabaja bien en el día a día. Al final es la clave de todo: que todos estemos involucrados con todos». En cuanto al pronóstico para el año, dice: «domingo a domingo. Hay que ganar hasta cumplir la meta de la salvación. Todo lo que venga después disfrutarlo y a sumar», agrega.
Cuestionado sobre si se ha planteado seguir en Cáceres más de un año, dice que “No sé. Al final la estabilidad es buena. Pero no depende solamente de ti, sino del club y sus planteamientos, pero claro, pensando en seguir».
Vive solo en una ciudad que asegura es muy cómoda y que ya conocía precisamente por su pasado en Extremadura. Con su felicidad y la de la afición del CPC con él, Kamal disfruta de una pasión, el fútbol, que transmite en cada una de sus acciones en el campo y, como tal, es reconocido por los aficionados.