74-Acunsa Gipuzkoa: Steinarsson (14), Motos (8), Mallers (15), Simons (10) y Delas (14). También jugaron: Aitor Zubiarreta (3), Urko (0), Ander Martínez (0), Roker (0) y Proleta (10).

76-Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Jorge Sanz (3), Julen Olaizola (4), Romaric Belemene (11), Devin Schmidt (19) y Duje Dukan (14). También jugador: Mateo Díaz (2), Ben Mbala (11), Manu Rodríguez (0), Jaume Lobos (2) y Carlos Toledo (10).

Marcador por cuartos: 16-22, uarto: 34-41, 58-60 y 74-76.

Árbitros: Asunción Langa , Guillermo Ríos y Sergio Eduardo González. Eliminado por personales el local Motos.

Incidencias: Alrededor de 1000 espectadores en el pabellón Ilumbe en partido de la segunda jornada de la LEB Oro.

Victoria impresionante del Cáceres Patrimonio de la Humanidad ante todo un Acunsa Gipuzkoa (74-76), un equipo recién descendido de la categoría de oro del baloncesto español y que seguro que luchará en la presente temporada por volver a dicha categoría. Los pupilos de Roberto Blanco cuajaron una actuación muy seria desde principio a fin. Estuvieron sueltos en ataque y supieron maniatar todas las virtudes ofensivas del cuadro vasco, que son muchas. Además, y no menos importante, los extremeños supieron sufrir, una característica de vital importancia en la LEB Oro. Los verdinegros llegaron a ir 16 puntos por encima en el luminoso y afrontaron el último periodo con el marcador empatado.

Sobresalió la gran actuación de Dukan, con 14 puntos, y especialmente de Schmidt, máximo anotador del duelo con 19 puntos y con tres triples acertados. También fue muy importante la aportación desde el rebote de Jorge Sanz y Romaric.

El partido comenzó con Schmidt muy enchufado, tomando las riendas del ataque cacereño ante un Acunsa Gipuzkoa que circulaba con velocidad el esférico para buscar el lanzamiento de tres. Desde el comienzo, el cuadro extremeño demostró la confianza que traía a Illumbe tras la meritoria victoria cosechada pocos días antes en la primera jornada del campeonato ante el Leyma Coruña en el Multiusos.

El lanzamiento exterior fue el arma letal de los verdinegros durante el primer periodo, Schmidt y Romaric estaban sueltos en el lanzamiento y el equipo mostraba una actitud muy seria y sólida en la faceta defensiva. Tanto fue así, que el técnico de los vascos, Lolo Encinas, se vio obligado a pedir tiempo muerto para frenar el vendaval visitante. Tras la pausa, el encuentro entró en una fase poco vistosa en la que el Gipuzkoa mejoró en defensa y en la que las canastas estaban muy caras. Sin embargo, el Acunsa logró reducir diferencias en el electrónico durante los siguientes minutos, diferencias que de nuevo amplió el Cáceres en el último minuto con cuatro puntos de Mbala.

A por todas

Los extremeños siguieron desatados en el segundo cuarto. Las canastas de dos puntos de Dukan y Mbala durante los dos primeros minutos ponían el 16-26 en el luminoso de Illumbre, una diferencia importante en el marcador que reflejaba muy bien la actuación que estaba desarrollando el Cáceres ante un coco de la categoría y uno de los favoritos para el ascenso a la ACB. Para no perderle la cara al partido, el técnico local Lolo Encinas tuvo que mover mucho el banquillo en busca de un quinteto que aportara estabilidad al juego del conjunto vasco. Los locales lograron su objetivo liderados en su juego ofensivo por Motos y Delas, dejando el marcador al descanso en 34-41 que dejaba las espadas en todo lo alto para el segundo asalto.

Los pupilos de Roberto Blanco siguieron con un alto nivel de concentración defensiva tras el paso por los vestuarios, conscientes de que el Bilbao daría un paso hacia adelante para voltear la situación en el marcador. Los extremeños consiguieron este objetivo con nota alta durante los primeros minutos. Tanto fue así que el luminoso llegó a marcar un 36-52 con una máxima diferencia de trece puntos muy esperanzadora para los intereses verdinegros. 

El acierto exterior de los visitantes, al que se unió Carlos Toledo (grandísimo partido el suyo) y pese a la lesión de Manu Rodríguez, estaba siendo una auténtica exhibición en Illumbe. Lamentablemente, el alto porcentaje de acierto a canasta del Cáceres bajó notablemente durante los últimos minutos del tercer periodo. Situación que aprovecharon los guipuzcoanos para reducir diferencias en el electrónico con el protagonismo de Steinarsson y Mallers, poniendo el 58-60.

El público de Illumbe, que regresaba un año y medio después, alentó a su equipo durante el último cuarto conscientes de que la victoria de unos u otros se decidiría en el último suspiro. Un tiro en suspensión de Delas ponía el 60-60 en el electrónico, igualando el marcador, algo que no sucedía desde el 5-5. La dinámica del último acto era fija. El Cáceres lograba adelantarse en el luminoso, con Schmidt como director de orquesta, y el cuadro vasco igualaba de inmediato el resultado, pero nunca logró ponerse por delante.

El encuentro llegó a su último minuto con un emocionante 72-73, momento en el que los tiros libres entraron en escena para decidir el vencedor del choque. Dukan anotó sus dos lanzamientos a falta de diez segundos para poner un 72-76 que fue prácticamente definitivo, ya que Mallers anotó un tiro de dos que no fue suficiente para los locales. Finalmente 74-76 y alegría descontenida entre los jugadores de un Cáceres que ha iniciado el campeonato de manera magistral, tremenda.