Muy cerca de mostrar una moderada satisfacción, aunque también con un regusto agridulce, la triatleta extremeña Miriam Casillas García (Badajoz, 24 de junio de 1992) hace balance de su segundo periplo olímpico. La falta de público en las gradas, la inoportuna lesión de tobillo en vísperas de su prueba y la climatología adversa el mismo día de la competición marcaron su paso por unos Juegos Olímpicos que estaban previstos para 2020 y que se acabaron celebrando un año más tarde a causa de la pandemia. 

¿Cómo es la vida de Miriam Casillas tras los Juegos Olímpicos?

La verdad es que nosotros ni siquiera terminamos la temporada con los Juegos Olímpicos. De hecho terminamos en noviembre, que es cuando tenemos la última competición, aunque estas competiciones ya cuentan para el año 2022. El covid nos ha dejado el calendario un poco ‘desorganizado’. A veces cuesta pasar página tras los Juegos. Ha sido un objetivo que ha durado mucho tiempo y, tanto si sale bien, como si sale mal, cuesta mucho volver después a enfocarse a tener nuevos objetivos. Necesitas pasar un poco la ‘resaca’ de los juegos y es una sensación un poco extraña y es difícil de llevar, pero ahora ya toca pensar en los siguientes objetivos.

Ahora que ya han pasado dos meses de tu prueba en Tokio, y ya de forma más reposada, ¿cómo valora su participación en los Juegos Olímpicos?

Aún me cuesta tener una valoración. Todavía necesito tomar un poco de distancia de ello. No terminé del todo contenta con mi resultado, pero creo que tampoco fue una mala prueba. Teniendo en cuenta la situación que había para mí antes de los juegos, creo que puedo estar orgullosa de mis resultados y también de la prueba que hicimos por equipos. Creo que los cuatro quisimos dar todo lo que teníamos en ese momento y sabemos que éramos uno de los equipos que quizás habíamos tenido menos preparación, pero creo que aún así nos quedamos a las puertas del diploma y los cuatro dimos todo lo que teníamos.

¿Ha podido descansar?

Después de Tokio tuve una semana más suave, pero nuestra temporada continúa. Además, justo antes de los juegos tuve un problema en el tobillo y forcé para poder estar en la cita olímpica. Por tanto, lo que me tocó hacer después de la prueba fue hacer toda la rehabilitación para poder recuperarme bien.

La pandemia ha cambiado todo. La preparación para los siguientes Juegos va a ser mucho más corta.

Se va a notar en nuestra fase de clasificación. Habitualmente es una de las más largas y llega hasta tres temporadas. Lo peculiar de este nuevo ciclo va a ser que nos vamos a jugar las plazas desde el principio para los juegos de París.

¿Cómo se nota el apoyo de su ciudad y su región desde la otra punta del mundo?

La verdad que lo he notado siempre. Desgraciadamente, no paso demasiado tiempo en Badajoz, ya que casi siempre entreno fuera. El apoyo lo noto no solo en los juegos. También en otras competiciones en las que participo siempre se nota el apoyo desde casa. Vi las vallas que había puesto el Ayuntamiento de Badajoz para apoyarme y se agradece muchísimo. Yo siempre me siento muy orgullosa de poder representar a mi ciudad, mi región y mi país allá donde voy.

¿Cuáles son sus próximas competiciones?

Desde Tokio, mi situación se ha centrado en recuperarme de la lesión de tobillo. A los juegos había que llegar, pero una vez que han pasado me he centrado en la recuperación del pie. Por eso, el calendario lo iremos viendo en función de cómo vaya avanzando esta recuperación. En principio me gustaría correr las Series Mundiales de Abu Dhabi, que ya cuenta como una de las pruebas de cara a 2022. Este quizás sería el primer objetivo. Pero todo depende de cómo vaya la recuperación.

En su segunda participación olímpica ha habido un importante progreso con respecto a Río...

La verdad es que sí. La atleta que iba a estos juegos era distinta de la que fue a Río. En 2016 ya solo el hecho de clasificarme fue un logro y casi un milagro, pero en Tokio las expectativas eran muy diferentes. Por eso me quedo un poco con la espinita de esta última participación. La lesión en el tobillo me impidió mostrar todo el progreso que he tenido en estos cinco años. Pero esto me deja con más ganas de seguir intentándolo.

Durante un entrenamiento. CEDIDA

¿Qué le pareció vivir unos Juegos Olímpicos sin público?

Han sido, sin duda, unos Juegos diferentes. Pasarán a la historia por buenos o por malos, pero no se olvidarán. Para mí lo más difícil fue llegar allí después de tantos protocolos y cuarentenas. Se echó de menos al público, aunque es verdad que en nuestra prueba hubo algo de público de allí de Japón y eso hizo que no tuviéramos tanta sensación de vacío. Pero una de las mejores cosas que tienen los juegos es el público que hay y eso no lo tuvimos. Además, mi familia el año anterior ya tenían los billetes de avión para poder ir a la prueba de Tokio y al final no pudieron estar y eso también se echa de menos. No obstante, creo que los Juegos Olímpicos al final pudieron celebrarse y eso fue como una gran victoria a la pandemia.

Aunque a los deportistas no os guste poner excusas, ¿cree que el viento y la lluvia que hizo ese día pudo influir en su resultado final?

No lo creo. El clima ese día fue igual para todo el mundo. Nos dio rabia porque llevábamos tres años preparándonos para condiciones de mucho calor y mucha humedad, que fue lo que tuvimos en la prueba test en 2019, como lo que se esperaba también para ese día al 99% de posibilidades. Fue un poco frustrante encontrarse con otra situación totalmente distinta para la que estábamos preparados. Lo peor de ese día fueron las caídas y el hecho de que hubo gente que no pudo acabar la prueba o tuviera peores resultados a causa de esa caída. Afortunadamente no me afectó en ese sentido, pero sí que teníamos prevista otro tipo de condiciones. 

La Federación Española de Escalada, que consiguió el oro olímpico con Alberto Ginés, informó en un comunicado que no tiene dinero para las próximas competiciones. ¿Tiene también la Federación Española de Triatlón estos mismos problemas?

Nosotros hemos tenido cubiertas las pruebas de máximo nivel. En nuestro caso, este año han sido muchísimas menos de lo que suelen ser otras veces. Otros años hemos hecho entre diez y quince y este año, en mi caso, han sido cuatro. Y la última de estas competiciones ha estado en el aire por falta de dinero en la competición.

¿Miramos ya hacia París? 

Es, por supuesto, el objetivo a largo plazo. Pero primero quiero coger vacaciones, cambiar de temporada y luego habrá tiempo para pensar en ello. Pero ahora también quiero seguir entrenando y compitiendo a nivel internacional y los juegos de París pasan por eso y sí que están ahí, pero es un objetivo a día de hoy no me fijo.