Aunque una operación de este tipo no se hace de un día para otro, el cambio de propiedad del Mérida de Paco Puertas a Mark Heffernan ha sido conocida esta semana. Hace un par de días, el propio Puertas informaba a los trabajadores del club así como a la plantilla y el cuerpo técnico del cambio de dueño, y este jueves se ha escenificado ante los medios con la presentación del nuevo propietario, el inglés afincado en Los Ángeles, Mark Heffernan.

Lo primero que se ha destacado desde el club es que es “un proyecto continuista”, por lo menos hasta final de temporada porque “de aquí a verano no sé qué haré”, reconocía el nuevo propietario. El presidente continuará siendo Paco Puertas e Ignacio Ramos, presente en el acto con Heffernan, seguirá con las funciones de director general del club. Ramos explicó que a los trabajadores del club “nos han transmitido un mensaje de tranquilidad y de que todos los cambios serán a mejor, partiendo siempre de una línea continuista con el trabajo que se está haciendo estas últimas temporadas”.

La expectación ha sido máxima, de hecho, ha habido que habilitar la zona vip del estadio para acoger a la cantidad de periodistas, además, no se recuerda una rueda de prensa en el Romano José Fouto en el que el protagonista necesite a una traductora. El caso es que el nuevo propietario no eludió ninguna pregunta y comenzó explicando que lleva “más de veinte años como entrenador” y que fue fundador de un club de cantera, además de la página web insidesoccer.com. También reconoció no tener “ninguna experiencia” como gestor de un club de fútbol profesional. En los banquillos, en enero de 2016 se convirtió en entrenador asistente del equipo de fútbol masculino de la Universidad de Virginia.

Tradición histórica

Heffernan, que estará ahora una temporada en Mérida pero que no va a tener residencia en la capital extremeña, explicó que cuando buscaba un club para invertir, éste debía tener una serie de características para que le fuese atractivo, y el Mérida, según el nuevo propietario, las cumplía todas. “Buscábamos un club con tradición histórica como este”. En el plano de la gestión quería “que estuviese bien dirigido y gestionado, aquí hay una buena base financiera. Nosotros no venimos a pagar deudas, venimos a invertir para que haya éxito”.

El personal que se ha encontrado es “altamente cualificado”. De cara a la masa social, destaca que querían un sitio “con mucho entusiasmo y con mucha pasión”, en este sentido, Heffernan reconoce que “si hay más socios es ideal. Lo que queremos es que se impliquen. La pasión de sus fans caracteriza a este club, dentro de poco veréis algunas cosas que queremos hacer que van a incluir a los fans”. Como todo nuevo propietario de un club, quiso destacar su proyecto de cantera, en este caso remarcaba que para ellos era muy importante que “no estuviera cerca de grandes clubs de fútbol porque uno de nuestros objetivos es crear una cantera a nivel mundial para poder desarrollar a los profesionales y que tengamos éxitos”.

A corto plazo, para esta temporada “sería maravilloso que el equipo ascendiera. Es complicado hacer muchos cambios, pero nos dejaremos aconsejar por los profesionales del club” de cara al mercado de invierno. Mirando más allá, el objetivo principal es “en un período de diez años, intentar estar en Segunda A”. Así pues, la inversión que vaya a hacer en el club “va a depender de la categoría en la que estemos, pero vamos a invertir en todo lo que se necesite”.

El nuevo dueño del Mérida, además de tener una brillante carrera como empresario y de sus actividades en el terreno deportivo, también es cofundador de Shine, una organización benéfica dedicada a ayudar a niños en entornos desfavorecidos en Inglaterra.