59-Hierros Díaz Extremadura Miralvalle: María Romero (2), Alicia Morales (6), Laia Moya (2), Kamilah Jackson (4), Ijeoma Uchendu (14) -cinco inicial- Karina Konstantinova (21), Nicole Murugarren (8), Carla Ollero (0), Natalia Pizarro (0), Nora Pérez (2).

80-CAB Estepona: García (3), Cases (15), Masià (11), Stamenkovic (10), Pocek (20) -cinco inicial- Moorer (2), Fernández (0), Vera (0), Rolle (13), Arfinengo (0), Viegas (6).

Marcador por cuartos: 12-16, 23-41 (descanso), 40-60 y 59-80.

Árbitros: Sara Peláez y Adrián Álvarez. Sin eliminadas.

Incidencias: Partido aplazado de la jornada 8 disputado en el Ciudad de Plasencia ante 200 espectadores. Floja entrada al ser lunes.

Justa y merecida victoria de CAB Estepona en el encuentro aplazado en su día, y donde el cuadro andaluz resultó ser muy superior a un Miralvalle Hierros Díaz que suma su séptima derrota consecutiva (59-80), hundido cada vez más en la tabla después de aquellas ya lejanas tres victorias en el inicio. En cambio, las costasoleñas suman su sexto triunfo seguido en un gran fin de semana para el CAB en tierras cacereñas, tras vencer en la capital el sábado al Alter Enersun Al-Qázeres (76-79) y en este inusual encuentro de lunes en el pabellón de Plasencia.

El partido comenzó con una pésima entrada en el encuentro por parte de Hierros Díaz. Las jugadoras locales no lograron su primera canasta hasta los cuatro minutos y diez segundos de juego, gracias a Jackson para poner en ese momento en el electrónico un 2-7. Y es que en los siete primeros minutos de partido las placentinas sólo anotaron esa canasta. Superioridad de Estepona abrumadora, con un marcador que llegó a reflejar un descorazonador 2-14. En los últimos instantes de ese primer parcial, y con dos triples de Karina de y Nicole, las extremeñas se acercaron a cuatro puntos en una fenomenal reacción.

Pero si el final de este primer cuarto hacía presagiar que podía haber partido, fue un espejismo. El segundo periodo fue un paseo militar para el cuadro de la Costa del Sol. Gran defensa planteada por las visitantes con una zona que se le atragantó a Plasencia en todo momento.

Las locales se veían obligadas a lanzar desde fuera y las exteriores no tuvieron su mejor día, ni de dos ni de tres. Las andaluzas iban aumentando su ventaja con un parcial de 0-12, yéndose en el electrónico y acabando la primera parte con una ventaja muy importante de 18 puntos, infranqueable para las de Raúl Pérez, que no sabían cómo entrar en la zona malagueña y acababan los veinte minutos iniciales con apenas 23 puntos en su casillero.

Todo decidido

El tercer y el cuarto periodo fueron un complemento porque la suerte de la contienda ya estaba echada, si bien las locales nunca arrojaron la toaalla, con la búlgara Konstantinova como principal baluarte. El baloncesto fue un ir y venir ya de los dos conjuntos, con un ligero acercamiento en el electrónico en alguna fase del tercer periodo. Puro espejismo.

Las extremeñas apenas llegaron a acercarse a doce con un 35-47 después de una buena canasta de Uchendu al segundo intento, pero ahí metió la quinta marcha el equipo de Estepona con su superioridad física. La dupla balcánica formada por Stamenkovic y Pocek marcó la pauta en todo momento, en especial esta última, espectacular, como sucediera hace dos días en Cáceres.

Su altura y sus fundamentos técnicos no encontraron oposición en las placentinas y la montenegrina, con experiencia en la máxima categoría del basket femenino español en las filas de Zamarat, se fue hasta los veinte puntos en un recital. Los colegiados también estaban más permisivos después de haber pitado bastante en los dos primeros cuartos, y en las locales Konstantinova seguía liderando el juego, incluso con el lujo de un tapón a una adversaria.

Marcador redondo para acabar este tercer acto, 40-60.

Abría Konstantinova el último con un hermoso triple, pero el triunfo malacitano nunca corrió peligro. Se dio paso a las menos habituales con la alegría de ver a Nora Pérez anotar una bella canasta, mientras en las visitantes un jovencísimo talento como Clara Viegas dejaba su tarjeta de presentación con dos triplazos. Anoten ese nombre porque va a sonar y pronto. Al final, demasiado fácil el triunfo visitante ante un Hierros Miralvalle que se hunde.