En los últimos días parecen haberse puesto de moda los deportistas ‘maduritos’. Dani Alves con su regreso al Barcelona, Fernando Alonso con su enésimo asalto al podio de la Fórmula 1... Pero si hay un veterano de guerra para el que los años tampoco parecen pasar, ese es José Antonio Espín, eterno central del Villanovense. Y no es que sea eterno porque lleve toda su vida de verde serón, sino porque pocos como él han vestido y defendido esa casaca con tanta dignidad. 

A sus 36 años sigue manteniendo la ilusión intacta por seguir disfrutando de lo que para él es pura vocación. «Me encanta lo que hago, el venir a entrenar, estar bien físicamente, compartir vestuario y sentir el gusanillo de la competición», confiesa. Eso sí, reconoce que lo más importante es «cuidarse y ser profesional en el día a día». Lo dice él, uno de los primeros en llegar al entrenamiento y uno de los últimos en irse. Por eso es un fijo en las alineaciones de Pavón y mientras se sienta con fuerzas, ahí seguirá. «La edad es un número. Si me encuentro bien y los entrenadores consideran que estoy apto para competir no veo motivo para retirarme», responde Espín a quienes le cuestionan sobre su adiós al fútbol. 

El regreso 

El murciano ha vuelto al Villanovense después de dos temporadas en el Ebro, aunque pocas cosas han cambiado desde que se marchara junto a su familia. «Lo hemos retomado donde lo dejamos, como si no hubiese pasado el tiempo», reconoce. Desde luego, por nivel Espín demuestra que sigue siendo uno de los mejores de la categoría. Por eso ha jugado casi el cien por cien de los minutos y su actuación fue clave el pasado sábado para conseguir la victoria ante el Córdoba, un partido que salió como tenían planeado. «La idea era salir bien e ir a por ellos para que no se sintieran cómodos», señala. 

Espín tenía plena confianza en que pudiera ser así porque «el equipo venía en una línea muy buena, aunque nos penalizó la mala primera parte que hicimos en Lepe». Además, era la oportunidad perfecta de «demostrarnos a nosotros mismos y a la afición que aunque viniera el líder se le podía ganar», subraya el central, quien cree que su equipo dejó patente que puede ganar a cualquiera. «Era el momento de reaccionar de cara al calendario que se nos viene», añade.

Por ello, el central espera que ahora puedan ser más regulares, empezando por el Cacereño: «Esta semana es muy importante». 

Carrusel de derbis 

Y es que el del Cacereño será el primero de los tres derbis consecutivos que afronte el Villanovense antes de despedir el 2021 viajando a Canarias para enfrentarse a Las Palmas Atlético. Cuatro partidos por delante en los que el conjunto serón, con Espín al frente de la zaga, deberá demostrar para qué está hecho.