La primera y casi última pregunta que hay que hacerse sobre Andreas Tsoumanis (Ioanina, Grecia, 15-6-2001) es qué hace jugando en el Sagrado Corazón Lithium Iberia, uno de los dos equipos cacereños de la Liga EBA. La cuarta categoría del baloncesto nacional la está dominando a su antojo este ala-pívot que proviene de las categorías inferiores de uno de los grandes de Europa, el Olympiacos, con el que llegó a debutar en la liga helena. Números cantan: 23,8 puntos y 13 rebotes de media para alcanzar unos 32,6 de valoración que no supera nadie en todas las competiciones de ámbito nacional.

«Sí, sé que vengo de un gran club, pero llegué aquí para demostrar cuáles son mis cualidades. Me encantó cómo se interesó por mí este verano y pensé que era un buen sitio para jugar por primera vez fuera de Grecia. Me gustaba especialmente España para experimentar este momento», cuenta con tranquilidad.

Tsoumanis, de 2,02 de estatura, no entra en debates en si no había un equipo menos modesto para acogerle cuando salió al mercado: «Fue una buena decisión. Esto era lo mejor sin duda para acercarme a mis objetivos en el baloncesto: aunque quiero llegar a un nivel más alto, sé que eso pasa por ser mejor jugador cada día y eso sucederá trabajando muy duro siempre».

Le da igual cuál es el grado de oposición que recibe en una categoría semiprofesional. «Lo que intento es dar lo mejor de mí mismo. No me arrepiento de haber venido porque una vez aquí ya sé que es el sitio correcto. Estoy feliz porque este club es como una familia», comenta. También se manifiesta contento con el desarrollo que está adquiriendo con el entrenador del Sagrado, Juan Pablo Márquez, gran impulsor de su fichaje junto a Agus Zarco, todo un estudioso de las ligas europeas.

‘Solo’ en la ciudad

No es un cualquiera en el contexto del baloncesto griego. Fue campeón de Europa ‘B’ en categoría sub-16 en 2017, cuando ya había fichado por el Olympiacos procedente del equipo de su ciudad natal, Ioanina, situada a 450 kilómetros al norte de Atenas. La pasada temporada estuvo cedido en el Eleftheroupoli de la segunda división, donde promedió 7,8 puntos y 4,4 rebotes.

En la pista hace un poco de todo: tiene buen tiro de larga distancia, juega al poste, ejecuta continuaciones y va con fuerza al rebote, sobre todo al ofensivo. Lo más llamativo es que no abusa del lanzamiento. «Creo que sobre todo soy un luchador. No miro mis estadísticas. Juego también para el equipo», argumenta.

jaortiz@extremadura.elperiodico.com J. P. JIMÉNEZ

Ese es un estilo muy del baloncesto heleno, de jugadores como Giorgios Printezis con los que ha compartido vestuario: «Él es mi ídolo. Para mí fue un honor estar varios años con él y con otra leyenda como Vassilis Spanoulis». 

Estima que el juego de su país es «más físico» que el español. En lo personal se ha adaptado bien, estimando que griegos y españoles se parecen en cuanto a carácter y modo de vida. Eso sí: en los meses que lleva en Cáceres todavía no ha encontrado a un solo compatriota. Ha llegado tarde porque la temporada pasada Eleanna Christinaki y Mariella Fasoula militaron en el Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura.

¿Y el futuro? «No quiero hablar de la próxima temporada. Solo me interesa lo que pueda pasar en esta», responde. ¿Y si en esta recibe alguna llamada interesante de un club de superior categoría? «Quiero terminar mi trabajo aquí y seguir mejorando. Tenemos un equipo joven y podemos hacer algo importante si seguimos luchando», reitera.

30 puntos y 14 rebotes en la victoria ante el Cimbis (85-48)

Andreas Tsoumanis se marcó otro partido colosal este domingo en la victoria del Sagrado, la quinta seguida, esta vez ante el Cimbis (85-48). 30 puntos y 14 rebotes (43 de valoración) en 30:32 en pista. El choque en sí no tuvo demasiada historia: los cacereños se despegaron desde el principio ante el colista (24-14, primer cuarto; 45-26 al descanso). La nota negativa fue que el juego se ensució en la segunda parte, proliferaron las protestas y el técnico visitante acabó descalificado. En los locales también brillaron Adoum Abba (17 puntos y 13 rebotes) y Francisco González y Linde (11 puntos).