1 - Cacereño: Fran, Aguado (min. 87, Carlos Fernández), Marvin, Rubén, Gayoso, Kamal, Bermu (min. 68, Jorge Barba), Luis Hernáiz (José Ramón, min. 46), Teto (min. 61, Espinosa), Mosquera (Yael, min. 46) y Solano.

2 - Ponferradina: Sergi Puig, Puyol, Adri Castellano, Amo, Iván Rodríguez, Zalazar (m. 86, Paris Adot) Saúl Crespo, Antón (m. 73, Medina), Saverio (Naranjo, m. 73), Edu Espiau (m. 65, Romera), Cristian (Eriki Morán, m. 87).

Goles: 0-1 (m. 66): Zalazar. 1-1 (MIn. 77): Jorge Barba. 1-2 (MIn. 86): Medina.

Árbitro: Alejandro Quintero (Andaluz).Mostró cartulina amarilla al local Marvin.

Incidencias: Estadio Príncipe Felipe. 1.724 espectadores. El saque de honor, de José Luis Moreno, campeón de España de motocross.

La lógica se impuso en el torneo de los soñadores. El Cacereño cayó ante la Ponferradina (1-2) en un duelo que peleó hasta el final en un ejercicio tremendo de autoestima y orgullo no recompensado más allá del aplauso final de la afición. Un tanto en los estertores del cuarto clasificado de Segunda marcó la diferencia entre y otros. El decano tenía un plan que casi ejecuta con acierto. El fútbol es así de tremendo, de cruel. Al menos mereció la prórroga un equipo que lo dio todo, que tuteó a un oponente mejor, pero que se quedó helado, como la noche, ante el gol del visitante Medina cuando todo estaba abierto.

Sorprendió extraordinariamente Julio Cobos con la alineación, a lo ‘equipo grande’ en esta competición, menos prioridad, con habituales suplentes en el once. El entrenador del Cacereño tenía un plan trazado que iba a tratar de desarrollar con éxito: hacer el partido largo y que entraran en escena en el segundo los futbolistas desequilibrantes del medio del campo para arriba.

Aguantaba bien el Cacereño hasta que decidió dar un paso adelante tras lanzamiento de Bermu que acabó en córner. Habían pasado 24 minutos y pocas cosas. Esa era la idea preconcebida y no había por qué no creer.

Edu Spiau la tuvo tras fallo de Rubén cuando mejor estaban los locales, al filo de la media hora. Saúl Crespo volvió a amenazar poco después lanzando fuera, solo ante Fran. La verticalidad berciana era evidente. Dos categorías por encima pesan, y no poco.

Dueño del balón, la Ponfe volvió a merodear el gol en un par de oportunidades. Pero en el asueto seguía habiendo plan Cobos.

Salieron José Ramón y Yael, imprescindibles en el CPC 2021-2022. Parte de la hoja de ruta estaba ya ejecutada. Desde luego que el partido estaba preparado a conciencia para ganarlo.

Yael estuvo cerca del 1-0 en una gran acción combinativa con Teto. Kamal también lo intentó. Se notaba ya que la dinámica era ofensiva. El decano, sin complejos, despertaba a su afición, definitivamente metida para la causa. Se fue Teto, entró Espinosa, dos laterales para acortar el camino.

Aficionados del Cacereño, durante el choque. SILVIA SF

Pero en un córner Zalazar cabeceó, plácido, el 0-1 (min. 66) cuando el plan de Cobos seguía vigente porque el espíritu verde parecía irreductible. Salió Jorge Barba, bastión del virtuosismo local, al rescate. Y el andaluz no falló, anotando de cabeza un balón inverosímil despejado por Sergi Puig (1-1, min. 74). El plan seguía en pie.

Yael y José Ramón, enormes, ponían la calidad y la velocidad y Fran las paradas a los remates tras córners de la Ponfe, equipo con individualidades como la que permitió a Medina hacer el 1-2. Eran los minutos finales y ahí los mejores no suelen perdonar.

El plan no había concluido con éxito. Cabía esa posibilidad, pero este deporte castiga duro. En el fútbol suele triunfar el que es más fuerte, sea el torneo que sea, y se dispongan con mimo las estratagemas del más débil. Quien tiene la mayor calidad desbarata todo a golpe de pase al espacio y lanzamiento a gol. Eso pasó.