Una de las pocas buenas noticias que está dando el Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura esta temporada (solo tres victorias tras once partidos) es el desarrollo que están mostrando algunas de sus canteranas. Quizás el caso más llamativo sea el de Pilar Cambero (Cáceres, 20-4-2004), una ala-pívot todavía en edad junior que está echando una buena mano desde el banquillo. El pasado sábado ante el Real Canoe, con más cancha por la ausencia de Crystal Primm, se marcó unos números impactantes para alguien de su edad: 13 puntos y 12 rebotes en 33 minutos.

‘Pili’, como la llaman todos, es una chica del barrio de Moctezuma, muy cercano al Multiusos. Se suele destacar de ella su laboriosidad y modestia. Y es que de hecho está viviendo con aparente normalidad su aventura en la Liga Femenina Challenge. «Mi objetivo era superarme cada día y trabajar siempre para irme ganando el puesto, los minutos que fueran. Cuando han ido pasando los entrenamientos me he dado cuenta de que la constancia puede que traigan frutos como los de ahora. En realidad no me esperaba que me dieran la oportunidad de jugar tanto», cuenta.

Ahora está en esa dicotomía entre no descuidar los estudios y crecer en el baloncesto. Fue llamativo por ejemplo que no acudiese al ya legendario partido de las cuatro prórrogas en la pista del Barça porque era entre semana y no podía perder sus clases de 2º Bachillerato en el instituto Hernández Pacheco. Saca buenas notas y el curso que viene ya estará en la universidad, «haciendo algo de economía o relacionado, porque todavía no lo veo claro». Al tiempo espera seguir explorando su camino en las pistas: «hasta este año no lo tenía tan claro, pero ya sí».

No le importa reconocer que se toma «las cosas con mucha calma» y que eso «a veces es bueno y otras es malo. Mis padres me lo dicen mucho. Por ejemplo, soy más tranquila que mi hermano, que también jugaba, por ejemplo».

Conexión con Jara Salgado

Lleva ya seis años en las categorías inferiores del Al-Qázeres, aunque donde empezó fue en la escuela Babybasket del San Antonio Cáceres «en la pista auxiliar del Multiusos». En los dos clubs tuvo como entrenadora a Jara Salgado, histórica jugadora local ya retirada que fue una de las protagonistas del primer ascenso a la Liga Femenina en 2014. Hay cierto paralelismo en el juego y la personalidad de ambas y la admiración es, desde luego, mutua.

«Es una de las niñas que cayó en mis manos cuando comencé a entrenar y aún compaginaba mi carrera como profesional y mis estudios. Ellas eran mi distracción y mi alegría. Me siento muy orgullosa de ver que dejé huella y que les supe transmitir mi pasión por este deporte», afirma Salgado. De Cambero recuerda «su espíritu luchador, porque no daba un balón por perdido nunca y quería estar en todos lados a la vez. Su cara reflejaba siempre ilusión por aprender y mejorar. Se le notaba que amaba el baloncesto, como sigue demostrado actualmente».

A la izquierda, una imagen de Pilar Cambero con el Al-Qázeres; la derecha, Jara Salgado en el ascenso de 2014. CB AL-QÁZERES

Las dos mantienen todavía el contacto de aquella época. «Jara fue mi primera entrenadora. Para mí es una referencia», sostiene la joven, que administra distintos papeles según juegue en uno de sus tres equipos: el profesional, el filial que milita en Primera Nacional o el junior. «Con las mayores me cuesta un poco más. Siento que las que tienen la carga son ellas», resume.

En la LF Challenge suele también jugar más de alero que de pívot. Su lanzamiento está mejorando y ha clavado 6 de sus 10 intentos triples. Eso sí, reconoce que tiene que ponerse las pilas con los tiros libres: 2/8 hasta ahora.

Pero, a todo esto… ¿qué le pasa al Al-Qázeres? La zona baja no era el hábitat esperado tras descender de la élite. «Veo mucho compañerismo. Es buen equipo tanto dentro como fuera. Nos falta matizar algunas cosas, pero lo veo bien. En todos los partidos hemos estado ahí para ganar, pero al final nos volvemos locas. Lo que necesitamos es tranquilidad porque tácticamente lo estamos haciendo muy bien».

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