«Ganaré el pulso otra vez». Bárbara Santibáñez, Santi, lo tenía muy claro hace casi un año, el 14 de diciembre de 2020, cuando una resonancia confirmaba el peor de los presagios. Tenía roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. El destino, la mala fortuna, volvía a cruzarse en su camino. Tres años antes había sido la rodilla derecha la que la apartó de lo que más le gusta, el fútbol. La primera vez, tres años antes, lo superó. La segunda también. Ya vuelve a vestir, y a defender, la camiseta del Cacereño Femenino, el club al que llegó (entonces Femenino Cáceres) en el verano del 2019 como el fichaje estrella.

Barbara Santibáñez, Santi (Puente Alto, Chile, 23 de agosto de 1993), volvió a jugar el pasado sábado, 349 días después de pasar por el quirófano, 372 días después de marcar su último gol. El pasado domingo jugó los últimos 20 minutos del partido ante el Granada. No terminó bien para el Cacereño Femenino. Pero ese es el único ‘pero’ que puede poner. Todo lo demás es alegría. Y alegría infinita. Porque vuelve a sentirse futbolista. Porque ya puede volver a hacer lo que más le gusta. Porque ya puede ayudar a su equipo a luchar, por qué no, por el ascenso a la élite del fútbol femenino.

«Era un momento complicado del partido, pero me que con volver, con poder estar de nuevo junto a mis compañeras», cuenta la delantera chilena, emocionada al recordar un momento que, asegura, «no olvidará jamás».

Recuperación con altibajos

Los últimos once meses han sido duros, con muchos altibajos («la recuperación se complicó»), pero siempre han estado cargados de ilusión y jornadas maratonianas. Había días, muchos, de hasta 10 horas de trabajo de recuperación. «Gimnasio, fisio, piscina, ejercicios en casa... mucho tiempo, muy dedicación», cuenta Santi, que desde el primer día ha contado el proceso a través de las redes sociales. «Soy muy partícipe de mostrar mi rehabilitación, aunque lo que se ha podido ver es solo un diez por ciento».

«Hoy empieza la cuenta atrás, y voy a dar lo mejor de mí, porque no hay nada que me haga más ilusión que un nuevo desafío», escribía el mismo día de su intervención quirúrgica. «Fase 0 con la jefa», contaba 5 días después, el 27 de diciembre, cuando empezaba el trabajo de recuperación junto a Yoli Collado, preparadora física del Cacereño Femenino. Sus mensajes, fotos y vídeos contando el proceso de recuperación no cesaron desde entonces. 

«Las primeras semanas fueron muy difíciles», explica Santi, que el año pasado renunció a viajar a su país para pasar las Navidades junto a su familia. «Tenía el pasaje, pero le pedí al club que me metiera en quirófano lo antes posible».

Han sido once meses duros, «una montaña rusa de emociones. Un día parece que la rodilla está perfectamente y al siguiente está tiesa, te duele», rememora Santi. «Al final lo único que te empuja a seguir son las ganas de jugar, las ganas de volver a sentirte futbolista. Tenía un sueño, una ilusión que me hacía levantarme todos los días para ir a rehabilitación».

Ha sido también un tiempo de apoyo y cariño. Porque Santi, remarca, se ha sentido siempre respaldada por el club, por sus compañeras, que la han apoyado y ayudado en todo lo que podían.

Semanas de nervios

Pero todo acabó y la semana pasada fue muy especial. Desde el lunes. Porque ya cabía la posibilidad de que fuese convocada para el partido ante el Granada, como así fue. «Solo la posibilidad de ir convocada ya hacía que estuviera muy nerviosa. Y entrar en la lista fue un alivio. Por fin lo he logrado, por fin podré volver a disfrutar de los nervios de la concentración, de estar de mis compañeras, de ser parte de todo», relata.

Todas las emociones se multiplicaron el día de partido, cuando Ernesto Sánchez, entrenador del Cacereño Femenino, la mandó a calentar. «Fue pronto, nada más empezar la segunda parte», recuerda, «me puse muy nerviosa, me dolía la barriga», añade risueña. «Pero me gusta sentirme así, hacía tiempo que no tenía esa sensación tan agradable de sentir los nervios en la barriga». Y saltar al campo fue, sencillamente, uno de esos momentos que «nunca olvidaré».

Sabe Santi que aún necesitará un tiempo para que vuelva su mejor versión, la de esa delantera potente que ha dejado su sello allí por donde ha pasado. «La mejor Bárbara está por llegar». 

Ahora espera con ganas el partido del sábado ante Alhama El Pozo (Pinilla, 12.30 horas), un duelo en el que puede volver a jugar ante la afición cacereña y que es muy importante, ya que de ahí podría salir el equipo que acabe el 2021 en la primera posición del grupo Sur de la Liga Reto Iberdrola. ¿Luchar por el ascenso? «Es una liga muy competitiva, pero tenemos plantilla para hacerlo».

acid@elperiodico.com El Periódico