No es fácil encontrar a un piloto entre el automovilismo extremeño que el primer año ya levante el título de campeón de Extremadura de Rallyes de Asfalto. De hecho, no lo había hasta que Julián Jiménez Ramos (Almendralejo, 1986) ha roto esta estadística y se ha alzado con el triunfo final en este año 2021 donde la pandemia ya ha permitido disfrutar de las carreras y del público.

Julián Jiménez es campeón de Extremadura. Y empezar a ser un piloto con identidad propia, aunque no olvida (ni tampoco quiere) que es el hijo del mítico Isi Jiménez, que también fue campeón de Extremadura y uno piloto de gran reconocimiento en la región. Ha tardado en subirse a un coche. Más de lo que le hubiera gustado. Pero nunca es tarde para disfrutar. Y menos, para ganar.

Menudo título de Campeón de Extremadura, Julián.

Pues sí, es algo bastante fuerte. Ten en cuenta que no se había producido nunca en nuestra región de este modo. Para nosotros, era impensable de inicio. Y, desde luego, lograrlo es como conquistar un sueño.

¿Cuándo empieza a imaginarse que se puede producir?

No te voy a negar la verdad. Me gusta pensar en grande y nunca perdí de vista el título. Cuando decidimos hacer el campeonato entero, ganarlo siempre es una opción que está ahí. Sabíamos que era muy complejo, pero las posibilidades siempre están.

Lo habéis ganado en la última prueba.

Son las carreras. Cuando hay mucha competencia y muchos aspirantes al título, lo normal es que todo se decida al final. Ya sabemos que en las carreras pasan siempre cosas.

Háblame de Francis Molina, su copiloto.

Es un tipo muy experimentado. Había ganado previamente dos campeonatos de Extremadura y los rallyes más prestigiosos de la región. Ha corrido con diferentes pilotos y ya sabéis que, entre ellos, mi padre. Fue la persona que me aconsejó que estuviera conmigo. Francis es muy importante para mí. Me aporta solidez, temple y experiencia. Es complemento ideal para el equipo.

¿Qué ventajas tiene ser el hijo de Isidoro Jiménez dentro de un coche?

Muchísimas. Es un maestro y un consejero. Me da la suerte de poder pasar ciertas etapas y escalones de las carreras que él ya pasó y donde tuvo que ser autodidacta. Para mí ese camino está siendo bastante más sencillo gracias a sus consejos. Personalmente, nunca he tenido más presión ni menos por ser el hijo de Isi Jiménez. Pienso que poco a poco, a base de esfuerzos y resultados, voy siendo Julián Jiménez, un piloto con identidad propia.

¿Alguna desventaja?

Para mí, ninguna.

¿En qué momento decide subirse a un coche de rallyes y disfrutar de una pasión que siempre te ha acompañado?

La culpa la tiene el 50 aniversario del Rallye de la Vendimia. Fue la excusa perfecta para hacer un rallye bien planteado. Decidimos hacer el campeonato íntegro hasta llegar a esa prueba para rodar el coche y probar. Y divertirnos. Y mira por dónde.

¿Y se ha convertido en un proyecto a largo plazo?

Creemos que sí. Queremos pensar en grande, aunque eso lo dirá el tiempo. Crear un equipo ofrece apoyos e infraestructuras que de manera independiente sería imposible.

Algún objetivo a largo plazo

Poder aspirar a un coche que nos permita luchar por las victorias en los rallyes y, por supuesto, disputar alguna prueba del campeonato de España.

¿Y algún referente?

Respetando a todos los pilotos actuales (hablo a nivel mundial), me sigo quedando por Carlos Sainz, el más completo que vi en el tiempo y en modalidades.