Estamos asistiendo con preocupación al incremento de las lesiones deportivas en jóvenes, mucha veces prepúberes, y lo que es peor, a la severidad de las mismas. Son lesiones que con frecuencia afectan al desarrollo del sistema musculoesquelético y dejan graves secuelas que van a sufrir en su vida adulta. Son adolescentes que comienzan a practicar un deporte especifico sin que su cuerpo conozca las bases del ejercicio. No saben correr, no saben saltar y no saben caerse. 

Operamos en nuestra clínica más de cien lesiones graves de rodilla cada año de jóvenes de 12 a 18 años, sobre todo jugadores de fútbol y baloncesto.

Pero la pregunta es, ¿por qué hace 30-40 años no existía este número y esta gravedad en dichas lesiones? Los niños tiene un déficit en la práctica de ejercicio desde la infancia y comienzan a practicar un deporte sobre los 12-13 años sin haber desarrollado su sistema propioceptivo. 

Aquellos niños que no han dispuesto de una hora diaria para jugar en el parque, para correr, para saltar paredes, trepar árboles, empujarse, caerse de la bicicleta, saltar a la comba… no han desarrollado su sistema propioceptivo y no sabrán correr, ni saltar y lo que es peor, no sabrán caerse. 

Hace varios lustros esas rodillas y codos llenos de raspones eran el código QR de haber aprendido a manejar tu cuerpo.

No consiste en empezar a ir a un gimnasio a los 3 años, ni a los 10, ni a los 15, para entrenar estas aptitudes. Consiste en tener tiempo para jugar y correr desde la infancia.

El sistema propioceptivo es un sistema autónomo, que activa la musculatura para modular y proteger nuestros movimientos. Son aptitudes reflejas que se aprenden desde la infancia.

Estamos interviniendo roturas de ligamento cruzado anterior aisladas, pero también lesiones muy complejas, con triadas o pentadas catastróficas (lesiones del ligamento cruzado anterior, del menisco y de alguno de los ligamento laterales) en niños cada vez más jóvenes. 

Pero además, la cirugía de estas graves lesiones es mucho más compleja por estar las fisis (cartílago por donde crecen los huesos) aún en crecimiento, pudiendo ocasionar graves secuelas para su vida adulta.

Además, la falta de este buen desarrollo propioceptivo hace que la reruptura sea mucho más frecuente. La reruptura de la cirugía de un ligamento anterior cruzado es del 2-3% en un mayor de 18 años y, sin embargo, es hasta del 30% en menores de 18.

En los primeros años de vida es imprescindible una hora al día de parque infantil, preferiblemente con otros niños. A los 7-8 años deben comenzar a realizar entrenamientos de habilidades deportivas, pero es fundamental que practiquen muchos deportes diferentes para entrenar los distintos grupos musculares y priorizar el factor lúdico. Solo después de la pubertad deben comenzar la especialización en un deporte, cuando todo el sistema musculoesquelético y el sistema propioceptivo están ya desarrollados para comenzar un entrenamiento selectivo.

Me temo que será difícil invertir esta tendencia. Hay demasiadas horas de ordenador y teléfono móvil y pocas de correr, empujarse y caerse.

*Especialista en traumatología y cirugía ortopédica. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla. Traumatólogo de la Mutualidad de Futbolistas de Extremadura