El Cacereño se recrea y enamora

El Cacereño enamora también en este 2022. Ganó con absoluta solvencia al Ceuta, su inmediato perseguidor (2-0) y consolidó a lo grande su actual segundo puesto. El equipo de Julio Cobos carbura y acelera sus prestaciones tras una actuación coral, efectista y efectiva. Con dosis extra de virtuoslismo, apunta alto el decano tras su cuarto triunfo consecutivo, provocando el entusiasmo de su gente y atisbando una segunda vuelta peleando por todo.

Dio igual que fuera el talentoso Yael ausencia de última hora. El equipo evidenció un espíritu colectivo espectacular, con varios jugadores muy en forma, como los goleadores Solano y José Ramón y otros como Carlos Daniel o Kamal, martillos pilones en cada acción. Pero en realidad el colectivo se impone sobre la individualidad a modo de un reloj suizo que funciona perfecto.

Globalmente, fue un ejercicio precioso de fútbol. El primer tiempo tuvo su primera media hora con alternativas y buen trato del balón de los dos equipos, que demostraron los argumentos que les han llevado a la zona noble de la tabla. Enorme esfuerzo, gusto por el toque y ganas de agradar, buena combinación de los dos. Nada podía salir mal.

El Ceuta no era un cualquiera. Llegaba con la vitola de acumular 11 partidos invicto y así lo acreditó sobre el excelente césped del Príncipe Felipe. El cuadro caballa, que fue de más a menos, amenazó espec¡almente con internadas por derecha de su extremo Ismael. El CPC apenas concedió con su trabajo defensivo inmaculado.

Tuvo sus mejores minutos el CPC en el último tramo del primer acto. Acumuló ahí varias ocasiones pintiparadas, como un remate al larguero de Luis Hernáiz, una tuya-mía José Ramón-Solano y un gol anulado al extremo manchego, amén de un uno contra uno contra Montagud del 9 del Cacereño que rechazó el meta ceutí. Todo ello, entre los minutos 30 y 38, excelentes de cohesión, ganas y empuje verdes.

José Ramón celebra el 2-0. JOSE PEDRO JIMENEZ

Segunda mitad

Lo más sabroso para degustar quedaba para la segunda parte. El premio a su inmenso trabajo lo recibieron los de Julio Cobos con una muy buena jugada entre Luis Aguado y José Ramón y el correspondiente centro rematado ‘a lo 9’ por Rubén Solano (1-0-Min. 54). La grada, dichosa, veía también recompensado su aliento con un equipo sobre el que se han despejado dudas. Pura y gozosa lógica.

El encuentro entró desde entonces en un ejercicio alucinante de pugna técnica, táctica y de orgullo. Lo tenía todo controlado el CPC, pero en el fútbol una jugada lo cambia todo. Raíllo remató a las manos de Bernabé en la mejor ocasión visitante (min. 64). Ahí se acabaron las salvas visitantes, pese a los últimos instantes de alguna ocasión, ya con el 2-0.

Entró en escena el nuevo fichaje cacereño, Colau, y Cobos introdujo también a Rubén Sánchez por Jorge Barba (de nuevo con excelsas gotas de calidad, aunque intermitente) para reforzar su contención. El equipo fluía bien, sin apenas sobresaltos, y a la contra seguía con opciones de rematar la faena.

Kamal lo barría todo gracias a su excelente posicionamiento y a su imprescindible lugarteniente Bermu. El partido quedó liquidado definitivamente cuando José Ramón aprovechó una contra y un toque del propio Bermu para fusilar con la zurda a Montagud (2-0-Min. 82). Un gran regalo para el extremo, que sigue su progresión aritmética hacia lo más alto en una temporada en la que está siendo clave para el éxito.

El Cacereño, lógicamente parapetado en su parcela, solamente tuvo que contemporizar después de firmar un encuentro que realza su excelente momento. Como guinda, el debut del canterano Isma Hernaez. Tiempos felices en el CPC de Julio Cobos. ¿Hasta dónde podrá llegar? De momento, apunta alto.