Todavía retumban los ecos de la gesta de los 14 de Irún. La épica victoria del Extremadura plagada de chavales en campo del Real Unión ha sido la gran noticia de la Primera RFEF este fin de semana y una descarga de energía para una afición que había entrado en parada cardíaca. «Es como si nos hubieran puesto el desfibrilador» decía un buen aficionado nada más acabar el partido en Irún.

La proeza en tierras vascas fue cosa de 12 chavales, dos veteranos como Casto y Morcillo y un cuerpo técnico con fe ciega en las cosas que es capaz de hacer el Extremadura y que ha demostrado en toda su historia. Pero hay un hombre con mucha culpa en todo lo que pasó y que no pisó Irún. Se llama Francisco Javier Diosdado ‘Cisqui’ y es el actual entrenador del filial. 

«Yo sabía que esos chicos eran capaces de hacer algo grande allí. Los veo entrenar todos los días y tienen una disciplina táctica y una predisposición al trabajo enorme. No voy a negar que mes sorprendió bastante su madurez, pero estaba convencido de que si aguantaba bien ordenados iban a hacerle daño». Cisqui se emociona al recordar la gesta. «Créeme que para mí fue como si yo estuviera allí también. Ten en cuenta que ese equipo lo hemos hecho a coste cero y hemos estado entrenando con muchas adversidades. Fue una alegría tremenda. Me emocionaron mucho», confiesa. 

Desde el orden, el Extremadura cimentó un partido que comenzó sin fisuras, martilleando los nervios del rival y rematando en una acción a balón parado con Javi Parada de lanzador.

El equipo azulgrana mantuvo en todo momento un rigor táctico sublime, muy en consonancia con lo que lleva haciendo durante todo el año en Tercera.

«Sin lo que nos ha enseñado Cisqui hubiera sido imposible hacer lo que hicimos. Él tiene mucha parte de culpa de lo que pasó allí. Y por supuesto Manuel, que nos transmitió un mensaje y una confianza máxima», dice Alex Murillo, capitán del filial y hombre de confianza de Cisqui. 

Han sido muchos los que en Almendralejo se han acordado de Cisqui tras el partido de Irún. El técnico almendralejense es una persona muy querida. Es un entrenador que ha estado siempre a disposición del Extremadura, tanto del antiguo CF Extremadura del que fue técnico como del actual, del que también lo fue en el primer equipo. Se puede decir que Cisqui es un tipo de club, un hombre al servicio del fútbol en Almendralejo y el creador junto a Pepe Tirado de la cantera más potente que hoy tiene la ciudad y que le ha servido al Extremadura para poder tener categorías inferiores recogiendo los galones del CP Almendralejo.

Ahora, ciertamente, se le queda debilitado su equipo filial, pero Cisqui es un tipo que siempre ve soluciones a los problemas:«eso no me preocupa porque nosotros estamos al servicio del Extremadura y seguro que encontramos soluciones».

La chavalería ya se ha marchado al primer equipo y, de hecho, este martes ya entrenaban con todas las de la ley en la ciudad deportiva, todavía con la cabeza en una nube por lo que pasó en el País Vasco, pero con la conciencia de que están ante una oportunidad única para relanzar sus carreras como futbolistas. Ayer también llegó un nuevo jugador, Yeray David Molina, que ha jugado en el filial del Cádiz, aunque de momento el Extremadura no anunció nada.