«Me conformaré con los que vengan». El presidente del Cacereño, Carlos Ordóñez, dice que espera que la campaña de abonados del club para esta segunda vuelta plasme el trabajo que se está haciendo tanto en el campo de juego como en las oficinas de la entidad.

«Veo que la ciudad se va enganchando poco a poco y hay gente que me lo está diciendo, que se han hecho abonados porque estoy yo o porque se están haciendo las cosas bien y eso es de agradecer. Cuando entré había unos 200-300 socios y ahora iremos por los 1.600. Hemos multiplicado bastante la cifra y por eso doy las gracias a toda esa afición que está confiando en este proyecto», reflexiona Ordóñez.

El empresario afirma que el megaproyecto que lidera el club sería «el empuje final» para que el Cacereño pudiera tener a mucha gente más entre su masa social «de lleno». Y para ello refuerza lo que ya se está haciendo: «A lo mejor hay gente que no va, pero le han contado que los baños ya están arreglados y que ahora hay higiene. Que ya pueden venir esos padres con ese niño a disfrutar del partido sin tener que arrepentirse de cuando va al baño».

«Me hubiera gustado llegar a los 2.000 en la primera vuelta, como dije en verano, pero no voy a tirar la toalla. Si no lo hemos conseguido este año, lo intentaremos el que viene y que poco a poco la gente disfrute de todo».

La campaña de abonos de la segunda vuelta está en marcha desde finales de diciembre. El precio del abono general en tribuna es de 90 euros y en preferencia 60. En el caso de los jóvenes (12-22 años) son 75 y 45 euros, respectivamente; y baja hasta los 25 y 15 para los niños de entre 5 y 12 años. Ya son más de medio centenar de aficionados los que se han pasado por las oficinas del Cacereño para hacerse con su abono de la segunda vuelta.