«El resumen no puede ser más positivo. Todo el que haya visto el partido puede decir que ha ganado un Cáceres con mayúsculas, un Cáceres que todos quereremos ver, un Cáceres que demuestre el carácter que tiene». El técnico verdinegro, Roberto Blanco, estaba especialmente feliz tras el 86-80 ante el Valladolid, logrado en circunstancias especialmente complicadas.

Para el entrenador extremeño, su equipo había provocado que «todo el mundo se puede sentir identificado», al tiempo que asumió sentirse «bastante emocionado con la manera de haber conseguido la victoria. Se ha hecho un esfuerzo increíble porque ha sido una semana en la que fue muy difícil planificar y mantener a la gente físicamente y se ha demostrado, con algún altibajo lógico, que hemos hecho un gran trabajo».

Roberto Blanco dio la enhorabuena especial a Mario Hellín, el preparador físico, y María Reina, la preparadora también del cuerpo técnico, «porque ha sido muy complicado todo esto. Desde el día 22 hemos estado seis casos de covid y no hemos jugado hasta hoy (por el viernes) y eso es muy difícil. Su trabajo ha sido excepcional y han conseguido que la gente estuviese fresca en el momento en el que se les necesitaba que estuvieran».

El Cáceres, según su técnico, había hecho «uno de los partidos más serios de toda la temporada». Del mismo modo, dijo que había sido «un error por nuestra parte haberse puesto nerviosos con la actuación arbitral». Para Blanco, su equipo, incluido él mismo, se había «desviado del camino, que estaba siendo muy bueno, en ese tercer cuarto; ese punto emotivo mío que a veces no puedo evitar les ha encendido un poco más». También se congratuló del hecho de que, «una vez más, hemos conseguido sobreponernos a un momento muy delicitado con la expulsión de Mati (por Mateo Díaz), que encima se estaba encontrando muy cómodo, pero al final Jorge Sanz ha hecho un partido perfecto con la ayuda de Jaume (Lobo) y Devin (Schmidt) y ello nos ha llevado a la victoria».

Para el técnico placentino del Cáceres, el triunfo «tiene que reforzarnos en la clase de equipo que somos» y «tenemos que seguir aprendiendo». También destacó que «los chavales han creído totalmente en la planificación del partido y por eso no puedo estar más contentos de ver esas caras en el vestuario». Citó al canterano Fofana, «que salió a la pista sin ningún miedo ante todo un Pippen, que es un jugador descomunal. Eso es lo que queremos mostrar».