Dirigiendo el entrenamiento de este lunes ha dado comienzo la segunda etapa de Juanma Barrero (Badajoz, 27 de junio de 1980) al frente del banquillo del Mérida. De nuevo lo hace como tercer entrenador de la temporada. La vez anterior, hace dos campañas, en Segunda B, llegó sustituyendo a Diego Merino, que a su vez había sustituido a Santi Amaro. Por entonces, Barrero solo pudo dirigir al equipo durante dos partidos debido a la pandemia que finiquitó la temporada. El Mérida llegaba con una mala racha, en zona de descenso, y el bagaje fue de cuatro puntos sobre los seis posibles. A pesar de la racha positiva, el club prefirió el fichaje de Dani Mori para el siguiente ejercicio.

Ahora llega en unas circunstancias «que no tienen nada que ver», reconoce el nuevo técnico romano. «Esta plantilla tiene más recursos; por entonces teníamos muchos lesionados y disponíamos de once futbolistas y tres cambios escasos».

El nuevo nombramiento ha tenido la aceptación de la parroquia emeritense: «Es una persona querida y respetada», afirmaba el director deportivo, Ander Garitano, en su presentación, recordando que es «un hombre de la casa», pues ha sido futbolistas en varias etapas, ha formado parte de varios staff técnicos, ha entrenado al juvenil y ha dirigido la cantera del club, además del anterior paso por el banquillo.

Ander Garitano y Juanma Barrero, en el estadio Romano durante la presentación del técnico. N. S.

La primera pretensión de Juanma Barrero es «darle estabilidad» a un equipo «que tiene muchas cosas buenas». Aunque también «hay cosas que mejorar, principalmente la defensa de las jugadas a balón parado. También otras cosas, porque cada técnico prioriza sobre aspectos técnicos y estamos trabajando, intentando que los chavales vayan adquiriendo conceptos y los puedan plasmar el domingo».

Entrenamiento a entrenamiento

Juanma coge al equipo a Mérida a cinco punto del quinto puesto que es el objetivo actual del club, sin embargo, para el preparador «el objetivo es llegar vivo al entrenamiento de mañana y después entrenar bien al siguiente día. Y así se competirá bien el domingo. Ese es el objetivo. No hay que marcarse más de lo que va a ser mañana. Si empezamos a entrenar bien, si empezamos a ser intensos, a coger conceptos, vamos a competir los domingos, y así vamos a ganar partidos… y todo irá a mejor».

La buena acogida por parte de la afición «me agrada y se lo agradezco, pero este club lleva consigo una responsabilidad que hay que saber manejar para que no se convierta en tensión».

Por su parte, el propio Garitano explicaba que «el club se ha centrado en cuatro nombres». Con respecto a la tardanza en el nombramiento, indicaba que «primero queríamos tener claro el perfil de entrenador y sus características, y segundo, porque había un parón el fin de semana, si hubiera sido el partido el domingo se hubieran hecho las cosas de una manera más acelerada».

Baja a Diego Parras

Del mercado de invierno, el director deportivo confirmó que Diego Parras es el futbolista al que se le va a dar de baja para poder inscribir a Nacho Goma. También reconoció que a lo largo del día se iban a reunir «para analizar de manera extensa la plantilla a nivel global e individual, y a partir de ahí veremos qué conclusiones llegamos». A pesar del cambio de entrenador, «la idea del club es la misma desde el principio, es muy complicado el mercado invernal, pero se está hablando con algún futbolista de nivel porque estamos tratando de que el equipo eleve el nivel futbolístico, pero dentro de un orden presupuestario y respetando al futbolista». Tras la llegada de Goma, quizá puedan llegar «como mucho dos jugadores más, pero no tenemos la certeza, y estamos mirando algún sub-23».

De cara al partido del domingo ante el Panadería Pulido hay que destacar el cambio horario, pues se ha adelantado una hora comenzará a las 11.00 horas.