El Extremadura UD ya está oficialmente en proceso de liquidación. La jueza de lo mercantil número 1 de Badajoz, Zaira González Amado, ha decretado el auto de liquidación que tanto se resistía y que tanto temía todo el entorno del club azulgrana y su sufrida afición. Este auto ha sido comunicado a las partes después de que no llegara a tiempo la inyección económica prometida y firmada en su momento con el Grupo Khalifa, ni tampoco ninguna otro inversión distinta que se acercara a los 3,5 millones de euros prometidos. En dicho auto de liquidación al que ha tenido acceso El Periódico Extremadura, la jueza acuerda la no aprobación del convenio propuesto por la concursada Extremadura UD SAD y abrir fase de liquidación del presente concurso, quedando en suspenso durante la fase de liquidación las facultades de administración y disposición del concursado sobre su patrimonio. De este modo, Manuel Franganillo deja sus poderes en el club y, a partir de ahora, será Bernardo Silva, el administrador concursal, el que tome las últimas decisiones del futuro del Extremadura.

En el fallo del auto se declara disuelta la mercantil Extremadura UD SAD y se da un plazo de cinco días para que el club pueda interponer un recurso de apelación a lo dictado.

La noticia ha sido una bomba en la línea de flotación de la afición del Extremadura UD, que en los últimos días había vuelto a entrar en un estado de pesimismo al carecer de noticias sobre la venta del club. Las redes sociales han ardido en mensajes de ánimo para los aficionados, pues la desaparición del Extremadura UD está más cerca que nunca. 

Recurso

El Extremadura UD tiene previsto recurrir esta resolución en apelación. En el auto se deja claro que la administración concursal comunicó el 21 de diciembre que «ni por parte de la mercantil Emirates Khalifa Capital, ni por ningún otro tercero por cuenta o a ruego de ésta, se ha formalizado el compromiso de inversión firmado en su día», una inversión que alcanzaba los 3,5 millones de euros.

A partir de este momento, en una maniobra de urgencia y a la desesperada, entrará en acción el grupo inversor liderado por Francisco Javier Páez y Daniel Moreno, quienes han estado negociando en los últimos días la compra del club y que ya tenían pactado un preacuerdo con el actual presidente Manuel Franganillo.

El grupo andaluz ha puesto a trabajar a toda maquinaria a sus abogados para formalizar el recurso y sigue negociando con el sindicato AFE un acuerdo de pago a los jugadores a los que se les debe dinero y que aglutinan la mayor parte del crédito masa pendiente en el club, en torno a 1,5 millones de euros. Desde el entorno de Páez y Moreno han asegurado a este periódico que «vamos a pelear por salvar al Extremadura UD» y también han transmitido ya su oferta al administrador con cursal. «No vamos a perder la esperanza y, habiendo voluntad, confiamos en resolverlo todo bien», dicen desde el grupo interesado en la compra del Extremadura. Para ello deberían formalizar un recurso con una propuesta para solventar el crédito masa y un dinero que pueda ofrecer una viabilidad a la sociedad deportiva. Consideran que la situación no es sencilla y que, tal vez, han llegado en un momento donde la dificultad es máxima y los tiempos apremian, pero también son conscientes que ha habido casos de clubes que han salvado la situación, incluso abriéndose un proceso de liquidación de la sociedad como es el caso del Algeciras. Sí les ha «sorprendido» que el auto de liquidación llegara tan pronto y han solicitado a la AFE que sean transigentes con la oferta que les han presentado, ya que de lo contrario los jugadores cobrarían siempre mucho menos de lo pactado.

El equipo

El auto de liquidación pilló a Manuel Mosquera y sus jugadores finalizando el entrenamiento. Para todos está siendo un auténtico desconcierto la situación, ya que siguen entrenando sin que nadie les haya garantizado una solución, «ni para bien ni para mal», suspiran dentro del vestuario.

De momento, el equipo seguirá entrenando y tiene previsto viajar el viernes a Bilbao para jugar el sábado en Lezama ante el Athletic B. Para el grupo inversor es fundamental que el equipo siga compitiendo, pues la única manera que tienen de poder seguir apretando por la compra del club. Hay que recordar que una segunda incomparecencia del Extremadura significaría su expulsión de la competición de manera definitiva.

De momento, el Extremadura UD no ha hecho ninguna comunicación al respecto después de conocerse el auto de liquidación. La afición clama ante esta situación, pues considera que es momento de que alguien del club ofreciera una rueda de prensa para explicar qué está ocurriendo.

Muchos aficionados desconocen si el de Bilbao será el último encuentro y otros están ya revolviéndose para pedir responsabilidades por el no disfrute del abono al completo en la segunda vuelta. 

La situación que nadie quería en el Extremadura UD ha llegado. Franganillo queda fuera de combate y sólo el grupo inversor de Páez y Moreno tienen la llave para depositar el dinero que pueda poner en pie un recurso de apelación y convencer a la jueza de que el Extremadura todavía es viable. 

La noticia también ha generado un terremoto en el grupo I de la Primera RFEF, ya que muchos equipos están pendientes de saber qué va a ocurrir con el Extremadura y si acabará la competición. 14 años de historia pueden enterrarse por falta de gestión. El Extremadura pende ya de un milagro para sobrevivir.