El 30 de enero del año 2.000 los St. Louis Rams -ahora conocidos como Los Ángeles Rams- conquistaron la Super Bowl tras imponerse a los Tennessee Titans. Semanas después de aquella final, los New England Patriots escogieron en el puesto 199 del draft a un joven muchacho llamado a pasar sin pena ni gloria por la liga, tal y como señalaban algunos informes de los reclutadores de la época: “De pobre complexión atlética, carece de gran presencia física y fuerza, no tiene movilidad para quitarse la presión, no tiene un brazo fuerte...”.

El martes, 22 años después de aquella elección de sexta ronda, Thomas Edward Patrick Brady, Jr., más conocido como Tom Brady, anunció su retirada del fútbol americano. Deja tras de sí un legado prácticamente inigualable y en el que sobresalen sus siete anillos de campeón, uno más que las franquicias que más títulos tienen en su haber.

Cuenta Robert Kraft, propietario de los Patriots, el equipo en el que el quarterback californiano jugó 20 temporadas, que la primera vez que el jugador pisó las instalaciones de la entidad acudió junto a él y le espetó: “Soy el jugador de sexta ronda que será la mejor decisión que esta franquicia haya tomado en su historia”. Dicho y hecho, aunque sus inicios no fueron un camino de rosas para él.

La primera temporada en la NFL se la pasó calentando banquillo en la banda. El titular, Drew Bledsoe, un jugador con cierto renombre en la franquicia, seguía liderando el ataque de un equipo que apenas había alcanzado dos Super Bowl en las que sufrieron dos contundentes derrotas. En el segundo partido de la siguiente temporada, Bledsoe sufrió una hemorragia interna tras un placaje y Bill Belichick, entrenador y leyenda de los Patriots, no tuvo más remedio que darle la titularidad a Brady, que respondió a las mil maravillas. Con él en el equipo, New England ganó 11 de los 14 siguientes encuentros, lo que les valió para alcanzar los playoffs con suficiencia. Una lesión casi le aparta de su primera Super Bowl, precisamente ante los mencionados Rams, algo que Brady no iba a permitir. Su leyenda iba a comenzar ese día. Con empate en el marcador, con la posesión en su propio campo y sin tiempos muertos, el quarterback llevó a los suyos a las inmediaciones de la end zone rival, desde donde Vinatieri anotó el field goal decisivo. Anillo y MVP para Brady, algo con lo que muchos sueñan y que para él solo fue gasolina para ir a por más.

Y vaya que si lo hizo. En sus 22 temporadas como profesional, Brady acumuló siete anillos de campeón -seis con Patriots y uno con Tampa- y cinco reconocimientos como el jugador más valioso de la final. En su haber, además, infinidad de récords, como el del quarterback con más pases de touchdown (627).

Si hay un partido que define a la perfección la carrera de Brady fue el celebrado el 5 de febrero en Houston. Aquel día, los Atlanta Falcons maniataban a los Patriots por 27-3 al descanso de la Súper Bowl. Una diferencia imposible de remontar para todo el mundo menos para él. Con una segunda mitad que ya es historia del deporte, los de New England forzaron una prórroga que terminaría de llevarles al olimpo.

Para el recuerdo también lo vivido la pasada campaña, cuando el de California cambió de equipo para fichar por los Tampa Bay, donde salió campeón en su primer año tras derrotar de manera consecutiva a Green Bay y Kansas City Chiefs, los dos máximos candidatos al título. No lo pudo repetir esta temporada, donde cayó precisamente ante los Rams en la ronda divisional, una derrota que será la última de su exitosa y legendaria carrera.

Brady anunció el martes de manera oficial una retirada que ya había sido comentada por varios periodistas de Estados Unidos el pasado fin de semana. “Es difícil para mí escribir esto pero aquí va: no voy a jugar de manera competitiva nunca más. He amado mi carrera en la NFL y ahora es tiempo de enfocar mi tiempo y mi energía en otras cosas”, escribió el jugador en redes sociales.

Lo deja agradecido y cansado después de media vida dedicada al deporte que siempre amó. “Estoy orgulloso de lo que hemos logrado. Mis compañeros, entrenadores, rivales y fans merecen el 100% de mí, pero ahora mismo, es mejor dejar el campo de juego para las nuevas generaciones y con atletas comprometidos”, apuntó el jugador. Se retira Tom Brady, pero a partir de ahora se agranda su leyenda.