Hay un datazo que refleja bien lo que está siendo esta temporada del Cáceres Patrimonio de la Humanidad: cuando gana, lo hace tras mucho sufrimiento por escaso margen (5,6 puntos); cuando pierde, lo suele suceder lo contrario, a menudo vapuleado por su rival (11,1). El doble en un caso y en otro.

Afortunadamente para los verdinegros, están sucediendo más las victorias (10) que las derrotas (8), lo que le otorga un tercer puesto provisional, que casi seguro bajará cuando todos los equipos disputen los partidos pendientes. 

El último ejemplo de la dicotomía se produjo el miércoles, en el 68-67 ante el Acunsa Gipuzkoa, otro choque lleno de emoción en los últimos minutos como los que se produjeron con éxito ante Leyma Coruña (+4), el propio Gipuzkoa en la primera vuelta (+2), Huesca (+7, pero en la prórroga), Girona (+3), Valladolid (+6) y Granada (+6). Un poco más de diferencia hubo ante Juaristi (+10), Prat (+8) y Castelló (+8).

Y, en el otro polo, la derrota más suave ha sido un -8 frente a Melilla, a lo que se asemejan tres -9 ante Palencia, Lleida y Estudiantes. Se superó un poco la decena contra Oviedo (-12) y el hundimiento resultó diáfano contra Alicante (-21), Almansa (-24) y de nuevo Coruña (-19).

«Estoy muy feliz por conseguir esta décima victoria y seguir siendo un equipo que le puede dar muchas emociones fuertes a nuestra afición», dijo Roberto Blanco el miércoles tras vencer al Gipuzkoa. Sabe que el 10 en el casillero de triunfos deja la permanencia muy a tiro. «Queda muy bonito», destacó el técnico, que elogió a los suyos. «Hemos vuelto a hacer un partido muy serio en defensa en la primera parte. El equipo tiene muy buenos mimbres para defender. Excepto algún pequeño error, hemos maniatado a un rival que viene de hacer 101 puntos y 17 triples. Todo eso hay que tenerlo en perspectiva, recogerlo y recordarlo cuando nos vayan las cosas mal: que esa es la clave del equipo. Cuando tiene ambición en defensa, es muy difícil de batir», resumió. Lamentó haber dejado escapar 14 puntos de ventaja («nos ha entrado el miedo»), compensado por saberse recuperar. «Al final el equipo tiene mucha garra, mucho gen de identidad trabajadora, de no rendirse», zanjó.

Esperan dos partidos a domicilio, el de Huesca el próximo domingo (19.00 horas) y siete días después el aplazado en Palma (17.00). Son ante los dos últimos, pero ¿quién cree que no se sufrirá para intentar ganarles?