El culebrón del Extremadura UD puede llegar a su triste final en esta misma semana. Después de otra derrota en el Francisco de la Hera en un partido donde los jugadores del Extremadura dieron la cara, pero admitieron jugar «obligados» por las circunstancias, lo de volver a jugar sin dinero de por medio ya no va a ser posible. Según ha podido saber este periódico, los ochos profesionales que ahora tiene el primer equipo del Extremadura UD han decidido ir a la huelga el viernes 25 y el sábado 26 de febrero, una medida consensuada con AFE y que ha tenido claramente el asesoramiento del sindicato de futbolistas. Es la única manera de evitar que el club les volviera a obligar a jugar este sábado en el estadio de A Malata, en Ferrol, donde en teoría el Extremadura debería jugar partido de liga. 

Así las cosas, al Extremadura UD sólo le queda una opción para sobrevivir: que el dinero que tiene que pagar todas las deudas a corto y medio plazo llegue en las próximas 48 horas. Si esto no ocurre, los jugadores irían a la huelga, no se presentarían ante el Racing de Ferrol y el Extremadura incurriría en una segunda incomparecencia que sería definitiva para su expulsión de la competición. Un triste final que prácticamente era lo esperado. 

Recurso

Como entidad deportiva, el Extremadura UD puede presentar aún un recurso a la resolución de liquidación y tendría de plazo para ello hasta el viernes 25. Según ha podido saber este periódico, el recurso podría presentarse incluso sin haber inyección económica, algo que paralizaría los plazos de la liquidación de la entidad. Esos plazos se podrían dilatar en el tiempo, pero ya no sería posible obligar a los jugadores a disputar el partido, ya que el derecho a huelga les ampararía y el Extremadura, igualmente, sería descendido de Primera RFEF. 

El administrador concursal, Bernardo Silva, no ha recibido todavía información alguna de un posible recurso. De no haberlo, la sentencia emitida en su día por el Juzgado número 1 de lo mercantil de Badajoz podría ser firme en cuestión de días, iniciándose el proceso de liquidación de la entidad. Jugadores y técnicos quedarían libres en cuestión de días. Al tener condición de profesionales, podrían incorporarse a algún club sólo en circunstancias que imperen en el reglamente. Queda por saber si la RFEF les abriría o no un plazo para poder ir a otros equipos ante estas circunstancias.

El primero de los equipos en caer fue el filial, que no se presentó en Cáceres en el partido ante el Diocesano y está a la espera de que la Federación Extremeña de Fútbol notifique su exclusión de la categoría. 

Con respecto al primer equipo, y en el caso de emitir un recurso que paralice la liquidación, el club de momento bajaría a Segunda RFEF, pero no podría ascender de categoría al año siguiente por normativa, además de recibir varias sanciones. 

La vida se le agota al Extremadura. Si es que le queda algo. Y, de momento, mutismo absoluto desde el club.